Fuimos a un taller para aprender a masturbar a un hombre como diosas del sexo

​​​​​​​Es uno de los cursos organizados por Sexacademy de educación sexual para adultos

Nada más llegar Anahí Canela, la formadora, suelta la primera frase con la que nos dejará pensando horas más tarde: "Así como vives tu sexualidad, así como estás follando y disfrutas del sexo, estás viviendo y disfrutando de la vida"La frase tiene todo el sentido del mundo porque 'Anahí Canela' no es solo un taller para aprender a 'comer pollas'. Este es un lugar para dejar de lado los prejuicios y lanzarse abiertamente a las posibilidades infinitas que nos ofrece el sexo cuando decidimos vivirlo y experimentarlo sin ponerle filtros y sin ponerle sin límites. 

Es un caluroso sábado de julio en la calle Gran de Gracia de Barcelona y una vez hecha la introducción, Canela nos va explicando lo que aprenderemos en las próximas cuatro horas de nuestra vida. Lo que aún no sabemos es que cuando acabemos ese taller habremos aprendido más que en los últimos 15 años de vida sexual activa. Descubrimos también que eso que ponía en la web de Sexacademy de que habría un modelo con el que podríamos poner en práctica lo que nos enseñara la profesora no era ninguna broma. Tragamos en seco. 

Pese a ese nerviosismo inicial enseguida nos damos cuenta de que el ambiente es muy distendido, como si hablar de sexo fuera lo más natural del mundo y no existiera ningún tabú. A parte de nosotras, hay cinco mujeres más desde treintañeras, como nosotras, hasta la cincuentena. Parece que las de 20 todavía no son conscientes de lo que les queda por saber sobre sexo o que ir a una clase con un desconocido desnudo les tira para atrás. Independientemente de las razones que tengan las que faltan, las que estamos aquí alegamos una vida sexual sin sobresaltos e intuimos que hay mucho más por descubrir sobre nuestro placer y el ajeno. 

Esta vez se trata del cuerpo del hombre, pero hay decenas de cursos como Masaje erótico, Punto G y Squirt, Masturbación femenina o Dominación-sumisión, por nombrar algunos de los que quedan en Barcelona hasta finales de julio. Es exclusivo para mujeres para poder generar un clima de confianza y que podamos plantear esas dudas que, tal vez en otro contexto, nos seguiríamos guardando, pero no porque a estas alturas sigamos pensando que la heterosexualidad es la norma o que solo existen dos géneros. De hecho Canela se presenta a sí misma como una persona de género fluido, que se siente hombre o mujer dependiendo del día, y también pansexual, es decir que se siente atraída y practica sexo con personas de cualquier género

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A su lado está sentado Naccho Aurelio —nombre artístico—, el dueño del pene con el que dentro de un rato Canela practicará lo que nos vaya a explicar. Es un tipo de unos treintaitantos, de complexión fuerte, barba prominente y depilación impecable. Al menos lo que se ve, porque por ahora está vestido, aunque con el calor que hace en la sala, probablemente le gustaría más empezar a quitarse la ropa. Se ve que trabaja como prostituto y que por la mañana ha tenido el rodaje de su primera escena porno. 

Cristina: Maaaadre mía, este tío tiene una entrevista a parte, ¿no?

Natalye: Totalmente, luego le pides el teléfono.

Para entrar en materia, Canela busca en su Ipad una imagen de un pene y empieza por las cosas básicas, y otras no tanto, como los diferentes tipos de circuncisión y sensibilidad, qué hacer cuando un pene está torcido o, directamente roto y la infinidad de formas, tamaños y colores que tienen cabida dentro de la normalidad. Porque no es lo mismo darle placer a un pene pequeño que a un pene grande, o a un pene recto que a un pene desviado. También nos explica a qué tipo de 'accidentes geográficos' tenemos que estar atentas porque pueden indicar alguna infección de transmisión sexual ITS y, para no aceptar ninguna excusa de que les corta el rollo, un rato después nos hace una demostración de cómo se puede poner un preservativo con la boca siendo la mujer más sexy del mundo—todo un arte que requiere práctica— . 

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A todo esto el modelo sigue vestido y las demostraciones están siendo con un pepino gigante de Mercadona que Canela manosea para enseñarnos diferentes formas de estimular un pene: "Ahora os voy a dar las cinco formas de hacer una paja que podría ser uno de esos artículos que salen por internet", nos dice la formadora. "Efectivamente, en Código Nuevo nos encajaría bastante como contenido y seguro que se leería mucho", pensamos nosotras para nuestros adentros justo antes de: "Un momento, ¿en serio ha dicho cinco?", tras lo que volvemos a prestar atención a las fascinantes maneras en las que está cogiendo el pepino

Es en ese momento cuando fijamos la mirada en los movimientos de su mano. La desliza con una suavidad y elegancia que más que sexo parece que esté fabricando una obra de arte. Ella nos explica que hacer una paja es facilísimo, al contrario que, por ejemplo, estimular una vulva. Masturbar bien a un hombre requiere dos habilidades: práctica y ganas

Empieza la práctica

"Ale, pues desnúdate", le dice a Naccho después de insistir precisamente en que una de las cosas más importantes es que no solo te guste hacer una mamada o una paja sino que disfrutes e incluso te excites haciéndolas. Pero bueno, ahora el ambiente no va por ahí. Es más como si estudiantes de medicina estuvieran en una práctica o como si alumnos de dibujo estudiaran anatomía. Solo que no tenemos que dibujar su pene sino pajearlo, pero la cosa está bastante en reposo así que la profesora empieza a aplicarle —con éxito progresivo— todas las técnicas que nos ha enseñado. 

Ahora entendemos la diferencia que nos había contado antes entre las pollas de sangre y de carne. Resulta que las hay que en reposo ya tienen un tamaño considerable y, en erección, crecen poco y otras, como es el caso, que experimentan un crecimiento espectacular. Pero claro, como para no crecer entre golpecitos, estiramientos de huevos y masajes de diferente intensidad apretando más o menos en función de cada sitio.

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La verdad es que toda esa información nos hubiese entrado por un oído y salido por el otro de no haberlo podido ver —y tal vez probar— en directo. Así que al final agradecemos la presencia del modelo de carne y hueso que al principio nos daba un poco de reparo. 

Cristina: Me parece valiente ponerse ahí delante de siete desconocidas a que te manoseen el rabo. Es una posición bastante vulnerable

Natalye: Bueno, el tío debe estar encantado, no?

Cristina: No sé, se lo preguntaré cuando lo entreviste, que ya hemos quedado para la semana que viene.

Natalye: Oye, yo quiero hacer el de Squirt y punto G.

Cristina: Por qué no.

Y nos quedamos pensando quién de las dos será la primera en ponerlo todo en práctica