Señales corporales que demuestran que entre vosotrxs hay tensión sexual

A veces no somos capaces de comunicar nuestros deseos a alguien que nos gusta por miedo a que la otra persona no sienta el mismo tipo de atracción, en ese caso, si observas bien, quizás puedas descubrir qué hay detrás de su comportamiento y averiguarlo

Llevas un rato largo mirándole los labios. Son tan gorditos y parecen tan suaves que has empezado a imaginarte lo increíble que sería comerle la boca, así tal cual. Un beso largo, apasionado a ratos, más delicado después. Ese tipo de besos que encienden el cuerpo. Sabes que después de ese contacto vuestro deseo sexual aumentará y tendréis que ir a algún lugar donde dar rienda suelta a esa tensión acumulada. Vaya, qué pena que todo esto esté sucediendo en tu imaginación, ¿no? Tú deseas que pase a un plano real, que vuestros cuerpos se fundan en uno solo y eso aún no ha ocurrido. Tienes dudas a la hora de tomar la iniciativa con esa persona porque, aunque sospechas que podría sentir tu mismo deseo, no es que lo haya dejado muy claro. Desde Psychology Today increíble que sería comerle la boca de señales corporales que pueden hacer abandonar las dudas y lanzarte a conseguir tu deseo.

1. Contacto visual

No se trata de un contacto fugaz ni de miradas sueltas de vez en vez. Se trata de sostener la mirada, mantenerla fija. Esto es una señal de interés. Tampoco tiene que ser una mirada que dure varios minutos. Es ese tipo de contacto visual que es breve y seductor. En ocasiones sucede de forma natural, tú buscas su mirada y esa persona también lo hace y ¡boom! conexión. Si esto te ha pasado varias veces es posible que quien te gusta también sienta dicha atracción.

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2. Cuerpo abierto

Otra de las señales corporales más comunes de que alguien siente deseo sexual por ti es cómo se coloca cuando está cerca. Tiende a sentarse frente a ti, se inclina hacia delante, abre mucho los ojos... Si te fijas bien no cruza los brazos, ya que este gesto se entiende como una barrera, un obstáculo para la conversación o para conocerse. Son señales rápidas, gestos pequeños que parecen del día a día pero que están dejando claro que esa persona quiere también conectar contigo.

3. Labios y lengua

Hay una parte del cuerpo que se activa con mayor frecuencia cuando alguien nos atrae sexualmente: la lengua. Resulta que es como si se encendiera. Para saber si hay tensión sexual entre vosotrxs intenta mirar, de vez en vez y con disimulo, su boca. Si te desea, moverá —de forma natural— la lengua por sus labios, para humedecerlos. El movimiento lento de la lengua sobre los labios es una señal de coqueteo y deseo muy obvia que, a veces, pasa desapercibida.

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4. Labios y dedos

Este punto también tiene relación con los labios, aunque no únicamente. Hay unas señales muy obvias que no se suelen tener en cuenta: las de auto-toque. Que la otra persona se toque los labios, la cara, la barbilla, los hombros o el pecho. Parece que son movimientos sin más pero, como el cuerpo no puede mantenerse en calma debido a la tensión sexual, la misma persona se toca. Estos gestos muestran que el deseo es inminente.

5. Roces inesperados

Este punto es uno de los más habituales. Es de esos que son 'como si nada' pero que lo son todo. Si vais a algún lugar en grupo os sentáis juntos para que vuestras piernas se rocen 'sin querer', que vuestras manos de repente se choquen o que, en mitad de una conversación, aprovechéis para tocaros como sin intención alguna. Tensión sexual aseguradísima.

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6. Asentir y sonreír

Cuando interactuamos con cualquier persona de forma positiva, sonreímos con frecuencia. Si una persona nos gusta, las sonrisas son más frecuentes. Si esa persona, además, nos despierta un deseo sexual, las sonrisas son casi permanentes. No es la única señal que tiene que ver con el rostro. También acostumbramos a asentir en una conversación para demostrar que estamos de acuerdo. Lo que se busca es que la interacción sea constantemente positiva, agradable y tranquila. 

Como explican los investigadores, después de realizar un estudio en el que le pidieron a un grupo amplio de personas que se grabaran mientras hacían gestos que consideraban seductores, "no todas las personas son buenas en el universo de la seducción o de la demostración del deseo. Esto sugiere que existen diferencias individuales con algunas señales más obvias que otras". Es cierto que cada persona es un mundo pero hay ciertos gestos en los que, a partir de ahora, puedes fijarte para confirmar tus sospechas o incluso para demostrar con más ahínco que tú sí sientes ese deseo sexual.