Lo que tu ropa dice de tu personalidad según los expertos

Con tu vestimenta puedes transmitir desde alegría hasta que eres un auténtico sobrado

Tu ropa habla de ti. Dice quién eres o qué te importa cuando sales a la calle con esas zapatillas medio rotas de las que no te puedes desprender porque te dan seguridad o cuando rescatas del fondo del armario una americana porque, por fin, te han invitado a una pequeña fiesta y hay que impresionar. Está claro que no elijes tus prendas al azar, aunque no seas totalmente consciente de ello. Ya lo dijo el escritor Tom Wolf en su debut literario, La hoguera de las vanidades: “Nunca te das cuenta de cuánto de tu pasado está cosido en el forro de tu ropa”.

Para ser un poco más conscientes de ello, te resultará útil conocer la opinión sobre diferentes estilos de ropa que dos expertos en imagen compartieron con La Vanguardia. ¿Estás preparado? ¿Crees saber qué transmites al mundo?

Si eres de camiseta blanca y vaquero, sabrás que es uno de los outfits más recurrentes, aunque es capaz de despertar diferentes impresiones. Ser aburrido, básico o carecer de personalidad, son algunas de las que señaló Josué Pardo, CEO de VJ asesores de Imagen. Pero para la directora de Ai Asesores de Imagen, Ana Iriberri, dice algo más: querer pasar desapercibido. “Ya sea porque su personalidad es así o porque no quiere pensar mucho en que ponerse. Quien lo luce transmite cierto desapego por la moda o la imagen personal", indicó Iriberri al hablar de esas prendas que, en verdad, valen para todo. Ya sea para un vermú al solecico o esas mudanzas de las que terminas empapado en sudor porque, para variar, nunca hay ascensor. Igual, para la próxima mejor tira con el clásico chándal.

En las antípodas del vaquero y la camiseta blanca se encuentra la explosión de colores. Si te gusta lucir verde, blanco y amarillo, todo el mismo tiempo, te interesará saber que, en verdad, lo que te pasa es que estás bien contigo mismo y te gusta ser visto. “Alguien que apuesta por ellos transmite que no tiene miedo a ser el centro de atención y de todas las miradas”, apuntó Iriberri, que al mismo tiempo detalló que los colores se traducen en “alegría, energía y mensajes positivos”. Pero, ojo, combinarlos mal podría convertirte en algo parecido al Joker, aunque molando bastante menos y sin un adversario del calibre de Batman. Tenlo en cuenta.

Las camisas hawaianas son un eterno debate. ¿Están bien? ¿O son igual a ser el típico turista —que todos hemos sido alguna vez — con el sombrerito de paja y la polaroid colgando del cuello? Una posible respuesta es: depende de dónde y cuándo. Según detalló el asesor de imagen Pardo, mientras a veces puedes proyectar la imagen de una persona “desenfadada, alegre y divertida”, en ciertos ambientes puedes ser visto como alguien con “falta de rigor y profesionalidad y a quien no hay que tomarse en serio”. Dicho esto, mejor no cojas esa camisa  para tus próximas reuniones de trabajo por Zoom. Ya sabes qué pasó cuando descubrieron que lo tuyo es trabajar con el pantalón del pijama.

El mundo de las marcas es muy dispar. Si eres de los que saca pecho enseñando logotipos, puedes transmitir que quieres que se sepa lo que “te ha costado la prenda” y cuál es tu “poder adquisitivo”, dijo Iriberri al hablar de una actitud que puede “producir cierto rechazo, ya que para muchos resulta presuntuosa y superficial". Aunque por llevar ropa de marca no tienes que ser un sobrado. Pardo recordó que también está quien "viste así porque le gusta vestir de calidad”, que suele darse en personas que visten caro “sin que su alrededor sea consciente de ello”. Una muestra más de lo mucho que tu ropa habla de ti, de lo real que es esta frase que nos acabamos de inventar: “Dime como vistes y te diré quién eres, pero sin obsesionarte”.