Probé una famosa bebida antirresaca para comprobar si es posible pegarse un festival sin morir al día siguiente

Spolier para personas hiperempáticas: no solo conseguí sobrevivir al atracón de vodka sino que pude trabajar en este artículo sin problemas el mismísimo día de supuesta resaca

Refix. Así se llama la bebida gallega que está petándolo en los Estados Unidos y en Amazon como pócima milagrosa contra la resaca. Sus fabricantes andan de medio en medio vendiendo sus cualidades divinas y prometiéndonos algo muy goloso: puedes emborracharte incluso nivel 'cómo demonios he llegado a casa' que si bebes una o dos botellitas de Refix antes de acostarte te levantarás como si hubieses vivido una noche de lo más abstemia. Y yo, que siempre he tenido resacas muy jodidas con insufribles dolores de cabeza, de esas que te hacen desear morirte del asco y no volver a beber alcohol jamás, decidí probarla.

Tras una rápida búsqueda en el Facebook de Refix, descubro que solo hay dos comercios en toda Madrid donde puedes comprar esta bebida antirresaca. En una de ellas, la tienda de productos gourmet Companyvino, ocurre algo desconcentarte. Después de coger varias botellas de Refix de una nevera y ponerlas en el mostrador para pagar, la dueña me mira y sonríe mucho. “Es que se está vendiendo muy bien. Hasta mi hijo la ha probado y dice que le funcionó fenomenal”, me cuenta esta amable gallega. ¿Funcionará conmigo? ¿Es consciente esta mujer del deplorable estado que alcanzaré horas más tarde ese mismo día?

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Agua de mar diluída y poco más

Antes de activar la operación ‘Conejillo de Indias Refix Edition’, echo un vistazo a sus ingredientes. Esperaba encontrar uranio enriquecido o el ininteligible nombre científico de algún compuesto extraño, pero todo lo que contiene Refix es bastante natural: agua, agua del mar de Costa da Morte en un 20%, zumo de limón, aroma natural de limón y un edulcorante llamado stevia. Vamos, que estoy a unas horas de beber sorbos del Atlántico. Sus sales minerales son la clave. Según su web, Refix salva nuestro cuerpo de la resaca “porque ayuda a alcalinizar rápidamente sus células”. Y yo que pensaba que tragar agua de mar era malo, aunque esté más que diluida.

Lo que seguro que no es bueno son las macetas de vodka con limón que estuve bebiendo toda esa noche. Hace años que abandoné esa bebida demoníaca de origen ruso precisamente por las tremendas resacas en las que me sumía en las largas jornadas postfiesta, así que está elegida a conciencia. O la muerte o la salvación eterna. Esta noche será recordada. Bebo despacio pero sin freno, temiendo en lo más profundo que los fabricantes de Refix nos la hayan colado. “El marketing pudo con él”, pondrá en mi lápida. Pero ya es tarde para dudas y arrepentimientos. Son las cinco de la madrugada y ha llegado la hora del Refix.

Un par de botellitas antes de dormir y listo

El por qué tomarlo antes de dormir, cuando aún estás borracho, me lo explicará al día siguiente mi amiga y doctora del Hospital Regional Universitario de Málaga, Marina De Miguel: “Básicamente estos productos se centran en combatir la deshidratación, ya que el alcohol es una sustancia diurética. Y cuanto antes combatas la deshidratación mejor”. Eso mismo dicen los responsables de Refix. Hay que tomarlo antes de acostarse, “antes de que el daño se produzca”. Sin embargo, y antes de proseguir con mi experimento, Marina me insiste que como médico siempre me recomendará beber menos o atiborrarme de agua si lo que quiero es librarme de la resaca.

Así que ahí estaba yo. Sentado en la cama, con el estómago en modo mareo borracho y el Refix en una mano. Y no voy a mentiros: estaba asqueroso. O al menos para mi paladar. Pero dándole pequeños sorbos, poniendo caras que rozan la ilegalidad y acordándome del pobre Juanan que tendría que lidiar mañana con una monumental resaca si no terminaba la maldita botellita. Al final y con muchos esfuerzos conseguí darle matarile a dos botellitas de Refix antes de quedarme sobado. Y lo siguiente que recuerdo es despertarme, levantarme para ir a mear y, solo unos minutos después, decir 'ostia, el experimento'. Una buena señal.

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Porque si me doliese la cabeza como debería haberme dolido, dada la cantidad de alcohol que bebí y mi desgraciada relación con las resacas, me habría acordado inmediatamente del creador del Refix. Pero no. Mi cuerpo estaba cansado, pero cómo para no estarlo con mi frenético bailoteo nocturno. Para mi sorpresa, mi habitual dolor de cabeza postresaca estaba ausente, aunque por si acaso decidí beberme otro mientras me preguntaba cómo era posible que aquel mejungue aparentemente tan básico pudiese ser tan eficaz. Y la respuesta le encontré en un artículo de los científicos Robert Swift y Dena Davidson.

Una marca cool para un remedio de toda la vida

Titulado Alcohol Hangover: Mechanisms and Mediators, el artículo explica que “el alcohol inhibe la liberación de la hormona vasopresina” que “evita que los riñones conserven el agua y que aumenten la producción de orina”, provocando así la “pérdida de líquidos y un desequilibrio de electrolitos”. En otras palabras, la deshidratación. ¿Y sabéis qué ocurre entonces? Que nuestro listo cuerpecito le roba un poquito de agua a nuestro cerebro. Total, para lo que nos sirve. El problema es que eso desencadena también muchos de los efectos asquerosos que te hacen sentir el ente más desgraciado del universo.

$!Sí, seguía sabiendo a Atlántico embotellado al día siguiente

Aunque la pregunta continúa en el aire: ¿por qué funcionó Refix? Porque necesitas agua extra y necesitas sales minerales extras para recuperarte de semejante deshidratación isotónica. Y, como dicen los creadores de Refix, “el mar es el único líquido que contiene todos y cada uno de los minerales que nuestras células necesitan”. Así que mi experimento tiene una única conclusión: si quieres evitar la resaca métele a tu cuerpo una buena dosis de agua y sales minerales aderezadas con limón y stevia para no morirte del asco y la resaca, como mínimo, será más llevadera. Al final, el Refix no deja de ser algo así como esos sueros que te recetan cuando sufres gastroenteritis para combatir la deshidratación. Poca innovación pero con un nombre más cool, claro. Que así vende más.