Más de un millón de españoles con título universitario está en riesgo de pobreza

La precariedad laboral está tan generalizada que hasta el 30% de las personas pobres tiene un empleo, una cifra más alta que cuando estalló la crisis

Nos dijeron que estudiar una carrera universitaria nos abriría las puertas del bienestar económico y nos lo creímos, llenándonos el corazón de esperanza ya desde la primera matrícula. Pero resultó ser mentira. Lo hemos ido descubriendo, desgraciadamente, por nosotros mismos. Y por si todavía quedaba alguna duda, un estudio elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español EAPN-ES y EAPN-ES acaba de confirmarlo: en nuestro país hay más de un millón de titulados universitarios en riesgo de pobreza, 320.000 más que hace una década.

“Primero nos educaron en la creencia de que tener empleo era suficiente para no caer en la pobreza. Hemos visto que no es así. De hecho, más del 30% de las personas pobres tiene trabajo. Después creímos que bastaba con ir a la universidad para poder tener una vida decente, y tampoco. "La precariedad ha causado estragos. No solo alcanza a trabajos menos cualificados, va subiendo de nivel y llega a grupos que se creían libres de esto”, detalla el sociólogo Juan Carlos Llano, autor del estudio. Hemos salido de la crisis, pero durante el camino hemos perdido muchísimos derechos laborales y calidad de vida.

Porque como señala Llanos, “creemos que hay que pasar hambre para ser pobre, y no es necesariamente así”. En realidad, basta con no alcanzar el umbral de pobreza, fijado en el 60% de la mediana de renta de país por unidad de consumo, para ser considerado pobre, aunque el informe de EAPN-ES también tiene en cuenta otros factores importantísimos como la baja intensidad del empleo en los hogares o la privación material severa. Bajo estas tres variables, 12,4 millones de españoles se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, una cifra muy superior a los 11 millones de 2008, cuando estalló la crisis económica.

Este nuevo y descorazonador informe, publicado con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se celebra cada 17 de octubre, demuestra estadísticamente que, si bien la educación puede amortiguar la amenaza de pobreza, no concede inmunidad ante ella ni mucho menos. De hecho, buena parte de los pobres españoles son adultos con trabajo y nivel educativo medio-alto. Son menos que en 2016, pero más pobres que entonces. Mientras los mercados e índices macroeconómicos remontan, los españoles seguimos muy enfangados. Definitivamente algo no termina de encajar.