Los inesperados beneficios que el aburrimiento extremo puede aportar tu mente

La hiperconexión permanente a través de redes sociales y otras tecnologías han eliminado de nuestras vidas un hábito tan saludable como el aburrimiento

El aburrimiento ha acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales. No obstante, los móviles y la redes sociales han llenado nuestras vidas de tantos estímulos inmediatos que los momentos aburridos, sin absolutamente nada que hacer, parecen cosa del pasado. Probablemente pienses que esta victoria sobre el aburrimiento es buena. Después de todo, ¿quién quiere estar consigo mismo, con los brazos cruzados y en silencio? Nadie, pero según cuentan varios expertos en aburrimiento, deberíamos integrar momentos así en nuestras vidas porque pueden aportarnos varias cosas importantes.

Puede enseñarte mucho de ti mismo

La sensación más habitual cuando no estamos haciendo absolutamente nada es de culpabilidad por sentirse improductivo. Pero, según cuenta la psicóloga Dodgen-Magee, no tener nada que hacer nos permite “desarrollar nuestra capacidad para valorarnos por lo que somos y no simplemente por lo que hacemos”. Ante la falta de estímulos externos, “llegamos a nuevos espacios de exploración” y tenemos la “oportunidad de ver de qué estamos hechos” realmente.

Motiva actividades de calidad

Cuando los estímulos inmediatos y superficiales desaparecen tragarte todos los posts de tu muro, pasarte la última pantalla del enésimo juego para el móvil, escribir en todos los grupos de Whatsapp, dice el cofundador de Vivio Life Sciences, David Barbour, entiendes que tienes un tiempo con el que hacer cosas verdaderamente útiles. “Puede llevar a grandes desarrollos en la vida” por “la motivación” que te da comprender que tienes un regalo en forma de tictac.

Enciende la creatividad

Aunque pueda parecer lo contrario, la sobrestimulación mata la creatividad. Embota tanto el cerebro de información que este no tiene espacio para construir ideas genuinas. De hecho, la ex terapeuta y fundadora de Parenting Expert to Mom, dice que “los padres a menudo piensan que su trabajo es entrener a sus hijos para que no se aburran”, pero que “deberían estar haciendo lo contrario”. No hacer nada despierta nuestra imaginación, “curiosidad” y “aprendizaje”.

Ayuda a procesar emociones

Todos hemos pasado alguna vez por una dolorosa experiencia y hemos pretendido mantenernos distraídos cuanto más tiempo mejor para no tener que lidiar con esas emociones desagradables. Lejos de ser una estrategia saludable, lo adecuado es escucharlas para empezar a sanar. Por eso la terapeuta Kaite Leikam asegura que los momentos de aburrimiento son una gran oportunidad para detenerse, dar un paso atrás y procesas las emociones complicadas.