La muerte. Ese misterio constante para la humanidad. Caminas y, de repente, tu cuerpo es una masa inerte tumbada en el suelo incapaz de respirar. La medicina nos ha ayudado a entender los motivos de la muerte: cáncer, gripe, paro cardíaco, accidente, disparo, suicidio. Cada vez hay menos gente que muere sin que un doctor sea capaz de explicarse qué ha fallado en su cuerpo. Lo que nunca sabremos es qué pasa después. Para eso, religiones, filosofía y arte han intentado dar con alguna respuesta lógica pero ninguna de ellas podrá nunca dar con una versión definitiva. Y ante el abismo, el miedo.
La mayoría de las culturas le tienen miedo a morir, pero no todas. En México, por ejemplo, el Día de Muertos es una auténtica fiesta en los cementerios, donde las familias llevan comida y bebida al ser querido que ya no está entre ellos y los mariachis tocan, a petición, la canción favorita del difunto. Es solo un ejemplo, pero en Suecia, el movimiento "death cleaning" impulsa a la gente a vivir con menos y a tener conversaciones sobre la muerte sin caer en la tristeza. Y no solo allí, en todo el mundo están empezando a organizarse cenas y fiestas del movimiento "Death positive", donde gente determinada a perderle el miedo a la muerte, queda para hablar de ella. Al final, el objetivo es dejar de presionarte por cuándo se va a acabar tu vida y disfrutar mucho más del día a día. Twitter está lleno de cuentas donde puedes apuntarte al evento que te pilla más cerca, aunque no hemos encontrado ninguno en España.
En la página de "El orden de la buena muerte" tienen un decálogo sobre qué es el movimiento. A priori, parece un gore, pero si analizas sus postulados puedes aprender mucho. Por ejemplo, el primero: "escondiendo a la muerte tras puertas cerradas hacemos más daño que bien a nuestra sociedad". La segunda: "la cultura del silencio sobre la muerte debería ser derrotada mediante discusión, reuniones, arte, innovación y educación". La sexta: "mi muerte debería ser gestionada de manera que no sea perjudicial para el medio ambiente".
La ansiedad que nos da morir está aumentando a medida que incrementa nuestra preocupación por el calentamiento global, según cuentan en Dazed, en un artículo sobre el Death Positive. El miedo que nos da morir provoca que no sepamos cómo enfrentarnos a la muerte de un familiar, de un amigo o de nosotros mismos, explica Katherine Kortes-Miller, autora del libro Hablar de la muerte no va a matarte. Obviamente, ellos apoyan el derecho a la eutanasia y, en general, el derecho a decidir la forma en que quieren abandonar esta fase de la existencia. Como en The Farewell o en Mi vida sin mí.
Otro de los elementos interesantes del movimiento es que están demostrando que tener una postura más abierta ante la muerte, te ayuda también a tener más conexión con tu cuerpo, es decir, con el sexo. En general, te ayuda a romper los tabúes tradicionalmente impuestos por la sociedad y a superar sentimientos como la vergüenza. Saber que existen es suficiente para hacernos reflexionar sobre cómo nos relacionamos con las cosas de la vida que no nos gustan. Aprendamos a ser más abiertos y a mirar de frente los problemas porque si no, serán ellos los que nos coman a nosotrxs.