Una empresa ofrece poner tu rostro en escenas porno gracias a la inteligencia artificial

Muchas webs pornográficas han prohibido los vídeos deepfakes que utilizaban el rostro de famos@s sin consentimiento

Las principales webs pornográficas de internet se llenaron a finales del pasado año de una nueva modalidad de vídeo: los deepfakes, clips generados mediante un software de inteligencia artificial donde los rostros de las actrices principalmente porno eran sustituidos por los rostros de actrices de la gran pantalla como Scarlett Johansson o Gal Gadot. El resultado era tan inquietantemente verosímil que las propias páginas decidieron eliminar todo el contenido deepfake que no contara con el consentimiento explícito del famoso. Ahora una compañía ha decidido reutilizar esa tecnología para ofrecer un nuevo tipo de porno.

En concreto Naughty America, como se llama esta empresa de pornografía, ha readaptado esta peligrosa herramienta para ofrecer a los usuarios la posibilidad de protagonizar sus propias escenas porno. De esta forma, y bajo la demanda del usuario, los profesionales del porno de Naughty America interpretan sus más deseadas fantasías sexuales y posteriormente el software reemplaza sus caras por las caras de los usuarios que han pagado para generar ese contenido. Una gran revolución en el mundo del consumo pues permite una inmersión en el material audiovisual inédita hasta el momento.

Según las palabras de la compañía, de las que se hace eco el diario La Vanguardia, Naughty America dice estar "comprometida con el objetivo de ayudar a las personas a alcanzar sus fantasías sin dejar que la realidad se interponga en su camino". No obstante, la aplicación de este software tiene sus límites: la empresa solo permite insertar la cara del usuario bajo su propio consentimiento explícito y el de los actores/actrices que han interpretado el vídeo real. Nunca la cara de una tercera persona que no haya dado su consentimiento pues atenta contra su derecho a la imagen.

Para poder realizar este truquito tecnológico, Naughy America requiere que los usuarios envíen algún vídeo de ellos realizando determinadas expresiones faciales. De esta forma, una pequeña red neuronal generada por la inteligencia artificial aprende mucho más sobre el rostro y consigue insertar con asombrosa precisión y verosimilud la cara del usuario encima de la original. Así se inventan relaciones sexuales que nunca ocurrieron. La customización de la pornografía acaba de aterrizar en nuestras vidas.