Te crees influencer pero lo que tú eres es un narcisista digital

¿Subir una foto de tu último viaje o mejor de la fiesta de anoche? ¿Con cuál tendrás más likes y comentarios? ¿cuál impactará más? Si cuando publicas en tus redes sociales, te haces estas y otras preguntas similares, puede que seas un narcisista digital.

Estamos en la época del narcisismo y del egocentrismo desmedido, no hay duda. Todo gira en torno al yo: yo hago, yo tengo, yo quiero… Si Narciso viviera a día de hoy, estaría encantado con las posibilidades que le ofrecen las redes sociales: crear un escaparate de uno mismo sin limitaciones ni horarios de ningún tipo y con la posibilidad de obtener fans y seguidores. Su paraíso -y el de muchos en la actualidad-. Hay quienes comienzan a publicar desde primera hora de la mañana: en la cama, desayunando o haciendo sus rutinas y están esos otros que aunque no retransmitan en directo ni con detalle todo lo que hacen, no les falta el selfie en el gym, de camino a clase o al trabajo o simplemente esperando en el metro. ¿Te sientes identificadx?

Las redes sociales son un gran escenario en el que la mayoría de nosotros sale a interpretar su mejor papel, ese en el que el yo suele ser el protagonista de los diferentes espectáculos sociales, algunos de los más estramboticos y singulares y otros casi indescifrables. A veces, nos mostramos pensativos, otros felices y motivados y en ocasiones hasta amantes del arte, lo culinario o la moda. Tampoco faltan aquellos que revelan parte de su intimidad. Es lo que tiene la era digital. Y si aún no te lo crees, haz un repaso a tu instagram. 

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Todo por un like, un comentario o incluso porque alguien comparta aquella reflexión que hiciste porque estabas motivado y parecía como si hubieras descubierto la clave de un tema existencial. Es la magia de la interacción, de ese subidón momentáneo que nos hace sentir bien y hasta eufóricos por segundos. Se trata del caldo de cultivo del narcisismo digital. 

Las máscaras del mundo digital

¿A quién no le gusta recibir un halago o ser considerado como alguien especial, guay o que destaca? Diría que a casi todos, incluso a aquellos que no están seguros de sí mismos. Que te digan lo bien que sales en una foto o lo extraordinario que eres por emprender ese proyecto sin duda no es para rechazarlo. La pregunta es ¿eres dependiente de esos feedbacks digitales? ¿los necesitas? ¿publicas para sentirse bien? ¿eliminas una foto si no obtiene los me gustas qué pensabas? Y sé sincero, no respondas rápidamente. 

Si la respuesta es no, ¡genial! estás a salvo. Ahora bien, si has contestado de forma afirmativa a la mayoría de estas preguntas, ¡precaución! Puede que seas esclavo de la sociedad del espectáculo, que no es otra cosa que el fruto del narcisismo digital.

Cuando traspasas los límites de quienes eres para gustar a los demás en el mundo digital, te estás vendiendo por un puñado de aplausos, matas a la espontaneidad y sueles planificar qué vas a mostrar en tu próxima publicación para recibir más y más. Egocentrismo lo llaman y suele llegar hasta tal punto que quien muestras en tus publicaciones no eres tú, sino una imagen de ti acorde a lo que quieres que los demás piensen sobre ti. 

El narcisismo digital o cuando los otros son invisibles

Esto que a primera vista puede parecer inofensivo, es una verdadera trampa mental, un mecanismo en el que te sumerges cada vez más y que te puede llegar a esclavizar. En realidad, refleja más inseguridad e inestabilidad de la que te imaginas, además de una instrumentalización de los demás para beneficios propio: los utilizas para sentirte bien y para que te inflen la autoestima. No es un contacto real, sino una estrategia para acrecentar tu ego. 

¿Y si no llegan los likes qué? Que aparece el miedo a no destacar, a no ser suficiente o no estar a la altura y te recuerdan que puedes ser invisible. Así, el narcisismo digital lo que llama es a la apariencia y la grandiosidad o lo que es lo mismo: a vivir hacia afuera, lo que acaba alimentando esa sensación de vacío existencial, ese no saber quién eres ni lo que vales. Porque sin la satisfacción inmediata de los likes puedes llegar a creer que no eres nadie… Lo que ocurre es que vives en el autoengaño: piensas que eres maduro, flexible, independiente, seguro de ti mismo, pero si tus publicaciones no obtienen la interacción que necesitas, en cuestión de segundos, todo se cae. Entonces, ¿qué puedes hacer?

Déjate de apariencias, conecta con la realidad

Aunque liberarse del narcisismo digital no es fácil, sí es posible. Tienes que aceptar que eres un actor más del espectáculo social, ese que en el que la obtención de likes y comentarios es una necesidad. Para ello, puedes preguntarte qué intenciones hay detrás de tus publicaciones, qué esperas de ellas y qué obtienes a cambio. Luego, es importante que reflexiones sobre el grado de apariencia que muestras en tus redes sociales, ya que la imagen que ofreces no es 100 % real. A menudo, buscas impresionar o llamar la atención.

Una advertencia: darse cuenta de todo esto suele provocar desilusión y frustración, ya que es como quitarte una venda de los ojos. Además, descubrirás que mientras sacabas la foto perfecta o planificabas la próxima publicación has perdido momentos reales de disfrute. 

Entonces si lo que quieres es librarte del narcisismo digital, lo que tienes que hacer es desconectar para conectar. Déjate de tanto aparentar y sé auténtico, sé real. Utiliza las redes sociales en su justa medida y con responsabilidad y recuerda que existe algo más allá de ti: los demás.