Los conspiranoicos están aprovechando tu incertidumbre para colarte sus teorías

La desinformación sobre la pandemia del coronavirus se está expandiendo y el miedo que provoca la falta de certezas hace que acudamos a vídeos o historias relacionadas con las conspiraciones

Si pones en Google "coronavirus conspiración" salen más de ocho millones de resultados. En una lectura rápida puedes ver enlaces que 'explican' el origen conspiranoico del virus, las teorías menos pensadas que cuentan todo lo que va a ocurrir y otras tantísimas historias que hablan sobre desastres naturales, espíritus, illuminatis, arcontes, aliens o reptilianos. En el año 2019, las recomendaciones de YouTube a vídeos de conspiraciones se redujeron en un 49%, así lo explicaba un estudio realizado por la Universidad de Berkeley EE.UU., en el cual, durante 15 meses, se analizaron más de ocho millones de recomendaciones de esta plataforma online para investigar la presencia de vídeos de este género.

Pero claro, en el año 2020 llegó la pandemia y el estado de alarma que ha hecho que casi todas las personas del planeta estén obligadas a permanecer encerradas en sus hogares con la posibilidad de salir tan solo para hacer la compra o dar los servicios mínimos. La vida ha dado un giro. Todo lo que creíamos que iba a suceder en este nuevo año se ha pospuesto o se ha cancelado. Y esta pandemia no vino sola. Su aparición, al principio más sutil y silenciosa, no nos generaba pánico. Cuando España empezó a tener casos llegó el miedo, la ansiedad y la preocupación. Todo este revuelo de emociones surge, principalmente, por un motivo: no tenemos certezas, no sabemos qué va a ocurrir. Y como pasa con todo, cuando necesitas tener una respuesta para calmar tu ansia, la buscas donde sea.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

¿En qué punto te encuentras tú? ⁠ ⁠ Publicación original de @psicosabel⁠

Una publicación compartida de Código Nuevo @codigonuevo el

La verdad manipulada

Podríamos decir que uno de los mayores riesgos de la existencia de esta pandemia, más allá de los obvios de la salud, es la rapidez con la que se expande la desinformación. Las redes sociales juegan un papel esencial en esta propagación. Como explican en The Guardian, los vídeos o las historias relacionadas con la conspiración han ido en aumento con la aparición del COVID-19. Su artículo explica que las teorías de la conspiración son engañosas a través de dos formas: primero, las ideas pueden extenderse sin contacto directo, sin la intención, ya que ciertas personas con un número amplio de seguidores pueden dar su opinión y que toda esa gente que las sigue tome su comentario o su idea como cierta, como ocurría hace unos días con Miranda Makaroff y su postura en contra de las vacunas. 

En segundo lugar, y quizás con más riesgo que lo anterior, están aquellas personas que difunden teorías de la conspiración con la intención activa de hacerlo ya que esto podría erosionar la responsabilidad política, es decir, hace que pierda cierta credibilidad. De un momento a otro empiezas a creer que, como no tienes certezas, el virus fue creado en un laboratorio, por ejemplo. Además hay algo que comparten todos los vídeos o historias de conspiración: un poder comunicativo enorme. Sus palabras y su forma de expresarlas parecen tener una lógica aplastante.

El coronavirus tiene muchos elementos que lo convierten en material principal para las teorías de conspiración. Para entender su crecimiento piensa en una mezcla. En primer lugar, los virus han causado pánico desde siempre. En segundo lugar, agrega la geopolítica: la influencia económica de China es fuente de ansiedad para otros países. Por último, las malas noticias: muchos gobiernos se verán tentados a ocultarlas, lo cual haría que prosperaran como ya lo hacen las teorías de la conspiración. Medios de influencia como The Guardian o Nature avisan de este auge ya que ya se ha mostrado que YouTube y las redes alimentan y propagan los vídeos en los que se habla de que la tierra es plana, por ejemplo. A medida que aumentan las búsquedas, aumenta el contenido y se obliga a las redes sociales a que pongan un aviso que haga que el usuario se replantee seguir buscando algo que puede ser un bulo o un rumor.

Vulnerables a la manipulación

La cantidad de vídeos y de historias de conspiración hace que para las personas sea más complicado saber dónde está la verdad, lo cual les hace entrar en un estado constante de incertidumbre. Quienes crean estas teorías se benefician de ello. Carme Sánchez Martin, psicóloga y sexóloga clínica del Instituto de Urología Serrate & Ribal, explica que la sensación de incertidumbre "puede tener relación con la poca información así como también con la excesiva cantidad de ella. Lo que seguro que genera más incertidumbre es que constantemente hay informaciones contrarias, contradictorias".

"La sociedad occidental actual, en su mayoría, está muy acostumbrada a tener certezas. Por ejemplo somos capaces de coger vacaciones para final de año porque piensas o tienes la certeza que vas a tener el mismo trabajo y que vas a poder hacer una serie de cosas. Tienes una serie de certidumbres, un serie de rutinas que pensabas que siempre iban a pasar de esta manera o que las variaciones no serían demasiado grandes. Lo que ha hecho esta pandemia es que nadie pensaba que esto podría cambiar tan drásticamente. Por tanto, como no tenemos una especie de hoja de ruta, a veces se alude a cuestiones como la Segunda Guerra Mundial porque como no se sabe qué se le puede decir a la gente o a qué deben acogerse las personas para seguir, se suele echar mano del pasado, se intenta buscar algo parecido para intentar dar con alguna respuesta", explica la experta.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de Código Nuevo @codigonuevo el

Ahora todo se ve bastante oscuro, con lo cual pueden triunfar mucho más las ideas o consejos pesimistas. Carme Sánchez comenta que tampoco "hay que ser especialmente optimista porque los extremos no son buenos. Quizás lo más aconsejable es tener un punto realista esperanzado. Las personas tenemos una gran capacidad de adaptación y de resiliencia. Igual que hemos salido de alguna situaciones que parecían sin solución también podremos salir de esta". Es más, profesionales de la salud mental como la psicóloga se ven, a veces, sin respuesta para algunos pacientes porque carecen de una guía sobre cómo funcionar en una situación tan extraña como la actual.

"A mis pacientes les digo que tengan cuidado con la infoxicación, es decir la unión de las palabras que información e intoxicación. Las fuentes fiables son aquellas que son contrastadas, las que sean más científicas. No hay que dejarse llevar por gurús, por personas que prometen que se cura el virus de una manera súper sencilla o que todo va a acabar mal. No hay soluciones fáciles y es un tema que está relacionado con tener confianza en la ciencia. Hay que pensar que, aunque puede haber personas que quieran aprovecharse de los demás, los expertos están trabajando para dar con una solución lo antes posible", explica con énfasis Carme Sánchez.

Además de seguir el consejo de la experta, el Gobierno ha puesto en marcha un canal de consulta sobre el COVID-19 a través de WhatsApp. Se llama Hispabot-Covid19, está basado en inteligencia artificial y responde a las dudas de la ciudadanía con información oficial y actualizada. Lo que tienes que hacer para poder utilizarlo es guardar el siguiente número en tus contactos telefónicos: 600 802 802 y escribir la palabra “hola” en un mensaje para comenzar la conversación.

Hay que hacer un intento enfocado y enérgico por no perder la calma. Si entras en un momento de ansiedad y de una tonelada de dudas no busques información específica porque tal vez no exista. Continua mirando ciertas fuentes con una mirada escéptica y no caigas, sobre todo, en la propagación de historias relacionadas con la conspiración. Cuando todo esto pase podremos tener un compendio de certezas que darán sentido a este encierro.