Están asesinando más mujeres que nunca y nadie hace nada

En la última semana se han confirmado cuatro muertes de mujeres asesinadas por la violencia de género y el asunto no parece captar la atención de los medios generalistas

Cuatro mujeres asesinadas presuntamente por sus parejas en las últimas horas y la noticia no acapara la portada de ningún diario. Es la triste realidad tras la violencia de género que, aún a día de hoy, continúa sin acaparar la atención que merece en los medios de comunicación generalista. A las mujeres las están matando y no es un discurso o una posición ideológica, sino una realidad. La prueba es que tan solo esta semana se han ido confirmando cuatro muertes por las están matando en Rincón de la Victoria, Cambrils, Sant Vicenç de Castellet y Sabadell. Demasiadas muertes sin repercusión mediática que se suman al peor mes de junio de la última década. 

Según el portal estadístico de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, junio de 2021 fue el peor mes del año y el peor junio de la última década al confirmarse 9 mujeres asesinadas por hombres, una cifra que casi duplica "la media de 5,1 mujeres que se ha registrado desde que se tienen datos disponibles”. Pero es que el acumulado anual ya está siendo uno de los peores que se recuerdan ya que 30 mujeres han sido asesinadas desde que se inició el año y 1.108 desde 2003.  La última de ellas, en la provincia de Tarragona, era una mujer de 25 años que ya había denunciado a su pareja y tenía una orden de alejamiento vigente contra su presunto asesino.

Los datos son extremadamente preocupantes y no invitan precisamente al optimismo. Más de mil mujeres en lo que llevamos de siglo es una barbaridad que jamás debería ser invisibilizada. A las mujeres las están matando y todavía hay quien habla cosas como que “la violencia no tiene género” y cosas por el estilo. Denunciar y recordar que la cifra sigue aumentando no solamente es un ejercicio de responsabilidad y sonoridad, sino que es una necesidad para exigir el cambio que la sociedad patriarcal no está dispuesta a aceptar: que la vida y la salud mental de las mujeres merece ser protegida por encima de todo.