El acoso sexual en el trabajo duplica el riesgo de suicidio

El seguimiento de más de 85.000 trabajadores y trabajadoras de Suecia entre el año 1995 y el año 2013 lo confirma

El movimiento feminista, y la consecuente concienciación social alrededor de los comportamientos tóxicos de los hombres hacia las mujeres en nuestra sociedad, ha impulsado a cientos de investigadores del planeta entero a analizar los efectos de estos comportamientos en las víctimas. Obviamente, no era necesario tener una clarivivencia extraordinaria para entender que los efectos del acoso sexual en el entorno de trabajo son negativos. Pero una investigación llevada a cabo por científicos suecos nos desvela una verdad mucho más oscura de la que imaginábamos: que el acoso sexual laboral aumenta el riesgo de suicidio.

En concreto, y a través del seguimiento de más de 85.000 trabajadores y trabajadoras de Suecia entre el año 1995 y el año 2013, los autores del estudio descubrieron que el acoso sexual en el lugar de trabajo se asocia con un riesgo dos veces mayor de intento de suicidio y un riesgo casi tres veces mayor de suicidio. Un concepto, el del acoso sexual en el trabajo, que no incluye únicamente a los superiores, a los compañeros de trabajo o a los subordinados, sino también a los clientes, a los pacientes o a los estudiantes en el caso de las personas dedicadas a la docencia. En definitiva, a todas aquellas personas presentes en tu trabajo.

De las más de 85.000 personas encuestadas, hasta un 5% reconoció haber sufrido acoso sexual laboral en los últimos doce meses. La razón por la que comenzamos este artículo hablando de las mujeres, y no de trabajadorxs en general, es porque son ellas quienes padecen mayores niveles de acoso sexual en el entorno de trabajo. En concreto, y mientras solo un 2% de los hombres reportaron haber sufrido dicha actitud tóxica en su empresa, más de un 7,5% de las mujeres hicieron lo propio. Como ocurre con otros comportamientos similares, el sistema patriarcal intensifica el porcentaje de mujeres que lo padecen.

Eso sí, el aumento del intento de suicidio y del suicidio mismo vinculado al acoso sexual no entiende de sexo.  Como explican desde U.S News, medio que se hace eco de la investigación, en "el aumento del riesgo no hubo diferencias significativas entre los sexos". ¿Qué quiere decir esto? Pues que el acoso sexual puede tener unas consecuencias terribles en nuestra salud mental independientemente del género pero que son ellas quienes tienen que enfrentarse a ello más a menudo. Aunque sí hay diferencias en otro aspecto: el acoso sexual se asocia más fuertemente con el suicidio cuando proviene de clientes, pacientes o estudiantes.

Durante el tiempo que duró la investigación, 816 participantes intentaron suicidarse y 125 murieron como consecuencia del suicidio. Dado que el acoso sexual puede jugar un importante papel en ello, la autora de la investigación, la profesora de psicología de la Universidad de Estocolmo, Linda Magnusson Hanson, asegura que "ningún lugar de trabajo puede considerarse seguro a menos que esté libre de acoso" y que "las intervenciones en el entorno laboral centradas en los comportamientos podrían [...] contribuir a reducir la carga del suicidio". Como sentencia la especialista, "este tema ya no se puede dejar de lado".