Todo lo que nos ha enseñado sobre la vida ‘Soy Georgina’

La docuserie de Netflix retrata la vida de lujo de la modelo y pareja de Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez

“El jet privado me facilita la vida”, “he pasado de vender lujo a lucirlo” o “me gusta jugar a la lotería porque siempre sueño con que me toque” son frases que resumen a la perfección la docuserie que ha sacado Netflix sobre Georgina Rodríguez, la pareja del futbolista Cristiano Ronaldo

Seis episodios en que vemos los problemas diarios de esta modelo, que se tiene que buscar un “Wallapop para vender cosas de lujo” o como tiene una minicrisis sobre qué vestido ponerse en el festival de Cannes. Todo ello aliñado con una pretendida humildad que ha generado un estallido en redes. Georgina ha aplicado el dicho de mejor que hablen mal de ti, a que no hablen.

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Igual que ahora lo que se lleva en la literatura es la autoficción, en el audiovisual son los documentales sobre uno mismx. Otros casos similares a los de Georgina son el de la estrella del country Taylor Swift o el futbolista Sergio Ramos. La modelo nos explica como conoció a Cristiano Ronaldo cuando ella era dependienta en Gucci y como ha pasado a vivir rodeada de lujos, pero sin dejar de ser ella misma, una chica criada en la pequeña ciudad de Jaca, en Huesca.  

“Llegaba en autobús y me iba en Bugatti”, remarca Georgina diversas veces en algunos episodios. Hay un subrayado constante en fosforito sobre la palabra humilde en medio de yates, viajes en jet privado y vestidos de alta costura. Incluso los comentarios de los amigos y su propio marido parecen estar guionizados. 

De hecho, a los veinte minutos de ver el primer episodio, te preguntas "¿qué hago yo viendo esto un viernes noche?" mientras le das otra cucharada a tu tarrina de helado de marca blanca. Pero no te das cuenta y te has visto del tirón los seis episodios así como te has comido toda la tarrina entera. La recreación de la opulencia es tal que no paras de sorprenderte mientras por el otro lado asoma un poco la envidia. 

Pero también te das cuenta de la vida que lleva Georgina: a pesar de los trajes de Jean Pau Gaultier y las comidas caras también ves como gran parte de su tiempo lo dedica a dejar ordenada la vida de Cristiano Ronaldo: gestiona la mudanza, cuida los niños, se encarga de planear las vacaciones y también gestiona los negocios de su marido, como los hoteles o una clínica de tratamiento capilar. Al final, a pesar de ese tono de mujer hecha a sí misma que quiere aportar en el documental, solo se ve una ama de casa con dinero. Eso sí, ella está encantada con su "vida de fantasía". Goals accomplished?