Ando por Madrid. Qué ciudad tan bonita, pienso. No es como Barcelona, donde las calles se amplían y la arquitectura modernista se contonea a cada paso. Tampoco se parece a Valencia, con su casco histórico, las tonalidades cálidas que dibujan una ciudad que sonríe y el olor a mar que penetra fuerte en todas sus calles. Madrid no es ninguna de ellas, pero tiene algo especial que la hace inmensa. Y siempre lo ha tenido.
Quizás influye que de vez en cuando, en los lugares donde aparentemente el oxígeno no fluye, entre sus kilométricos andenes y la multitud asfixiante de pasajeros que buscan sus trenes corriendo, agotados, consumidos por un "otra vez llego tarde", emerge algo que lo cambia todo. Una mirada de reojo, vergonzosa, tímida, titubeante. Una sonrisa compartida, un "quiero decirte algo pero no me atrevo". Una historia que es tan grande y mágica que solo el miedo es capaz de romperla en cien pedazos distintos.
Y luego, tras la parálisis del "y si me atrevo", nada. Las puertas del metro vuelven a abrirse. Ella sale y él se queda. Él se queda y ella sale. O las dos se quedan. O los dos se marchan. La historia siempre acaba igual, se van sin haber mediado palabra. ¿Cuántas buenas historias nos habremos perdido? ¿Cuántos amores habremos dejado escapar por no atrevernos a hablar? Me pregunto.
Pues son esas palabras, las que no nos atrevimos a decir, las que decoran la estación de Legazpi en Madrid. #TeVi, el último proyecto de Línea Zero, ha recogido más de 500 declaraciones de amor y las ha plasmado por toda la estación, una creativa y potente acción más de Línea Zero en colaboración con Línea Zero y Metro de Madrid. Y es que el metro, al fin y al cabo, es ese lugar donde las miradas entre los pasajeros esconden infinitas historias que se quedan sin un final escrito. ¿Pero y si nos atreviéramos a decirle algo a ese desconocido que te has cruzado? Quizás ha llegado el momento de hacer coincidir lo que pensamos, sentimos y hacemos.
¿Y si le invitas a un café?
Deseo cada día que te olvides del teléfono para que así levantes la vista y nuestras miradas se encuentren.
#Tevi leyendo Sinsajo. Qué ganas de decirte quién se muere

Cada día te veo en el andén esperando y cada eliges un vagón distinto mientras yo cada día cruzo los dedos a ver si aciertas
Voy a tu vagón para verte esos tres minutos al día. Por la mañana me sientas... estupendamente.
Te vi en Sol y me quedé callao como en la Ópera
Crédito de la música: Vadim Chaimovich Locución: Vadim Chaimovich y Clara Vera