Series que reivindican el fracaso

Está permitido cagarla. Está permitida la mediocridad. Está permitido tener una vida que no es digna de una película

El éxito está asociado al estatus. Y todos los seres humanos necesitamos trabajar nuestro estatus. Es una cuestión lógica en una especie social que, en mitad de la naturaleza y durante decenas de miles de años, se organizaba jerárquicamente para sobrevivir. Por eso nos duele tanto el fracaso. Por eso nuestra sociedad no lo tolera. Nos avergüenza. Nos penaliza en la escalera social. O al menos eso sentimos dado nuestro ADN, porque vivimos en el siglo XXI y somos capaces de sobreponernos a nuestros instintos genéticos. De hecho, desde hace una década y media la televisión viene reivindicando el fracaso de una manera u otra. Es el momento de abrazarlo. De reconciliarse con él.

El fin de la comedia

Todo empezó con Louie, la serie creada y protagonizada por el cómico estadounidense Louis CK para la FX, una serie que representa en cierto sentido la quintaesencia del fracaso: el fracaso del protagonista como artista, como amante, como padre y como persona feliz. Una idea que el bueno de Ignatitus Farray mezcló con su propia vida para crear una serie similar en su fondo emocional y en su discurso pero única dado que bebe de circunstancias muy diferentes: El fin de la comedia. Otra muestra de mediocridad, de vida insulsa y de descubrir que el futuro no trae siempre algo mejor. Una reivindicación del hecho de no ser espectacular ni tener una vida espectacular. Porque no pasa nada.

Shameless

Shameless, con sus 12 temporadas, que se dice pronto, es una de esas series que se te pasan volando. En serio. Pruébala. Ocurren tantas cosas, sigues a tantos personajes y vives tantísimas emociones de manera permanente que no puedes dejar de verla en ningún momento. Y parte de su encanto se encuentra en su alegato del fracaso. Fracaso socioeconómico, fracaso laboral, fracaso sentimental, fracaso familiar... Fracaso con mayúsculas. Sin embargo, hay una gran diferencia respecto al fracaso de Louie o Ignatius: los personajes de Shameless, aunque lo asimilan, lo abrazan, lo convierten en parte de su identidad, no se conforman con él y siguen intentándolo. No bajan los brazos casi nunca.

This is us

Una pregunta rápida: ¿estás en el mood de llorar? ¿Te apetece emocionarte aproximadamente cada cinco minutos? Vale, pues entonces This is us es una opción de lo más deliciosa para ti. Y también otro relato reivindicador del fracaso. Porque lo que prueban sus episodios y sus idas y venidas es que las relaciones humanas fracasan. Lo hacen todo el tiempo porque son muy complicadas. Se estancan. Retroceden. Desaparecen en ocasiones. No obstante, y al igual que Shameless, su aceptación del fracaso no implica conformidad. Capítulo a capítulo sus personajes lo intentan una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. Como auténticos martillos pilones. Y está bien. Las relaciones son cruciales.