La triste historia real tras ‘Mi reno de peluche’

Su creador y protagonista lo vivió todo. La serie es su catarsis personal y un kit salvavidas para quienes han sufrido experiencias similares

¿Aún no has visto Mi reno de peluche en Netflix? Para de leer aquí para no comerte ningún spoiler y vuelve cuando te hayas zampado sus siete episodios. Aunque lo más probable es que ya estés al día: es una de las series del momento, de esas que están en boca de todo el mundo y que dan para muchas conversaciones. Porque es una serie dura. Muy dura. Lo que parece destinado a ser una comedia en un principio muta poco a poco hasta convertirse en un infierno. Uno que duele. Incluso si nunca has vivido nada parecido a lo que vive el protagonista. ¿Lo más triste de todo? Que es una historia real. Richard Gadd, su creador y actor protagonista, lo vivió en sus propias carnes años atrás.

El té en el pub de Londres donde trabajaba Gadd. El acoso en sus espectáculos de comedia. Los más de 41.000 correos electrónicos. Las 350 horas de mensajes de voz. Las denuncias falsas contra su familia. La agresión a la chica con la que salía. El abuso sexual cerca del río. Todo. No son escenas sacadas de la imaginación de un guionista inspirado: son los recuerdos de un hombre que sufrió una barbaridad. Aún así, y si ya has visto la serie, sabrás que el acoso incesante y asfixiante de Martha, aún siendo terrorífico, no es en realidad el meollo del sufrimiento de Donny: es el trauma de las violaciones que sufrió por parte de un hombre con poder tiempo atrás.

Como explican desde la BBC, “la vergüenza y el disgusto que Donny siente se filtran a todas las áreas de su vida, y el resto del episodio narra su vívido descenso hacia la imprudencia sexual causada por el trastorno de estrés postraumático. Una vez más, esta historia proviene de la propia vida de Gadd”. Y la escena en la que lo cuenta, desgarrado, destruido, rendido, es una de las escenas más potentes que se recuerdan en Netflix. A partir de ahí, entiendes mucho mejor la mente del protagonista: su autoestima destrozada, su sentimiento de culpabilidad por lo ocurrido, sus contradicciones, su comportamiento autodestructivo... Lo ves. Lo sientes. Lo comprendes.

”Las consecuencias de una agresión sexual rara vez se han mostrado de forma tan cruda y visceral en la televisión y Gadd es valientemente abierto y honesta acerca de la devastadora experiencia y hábil al traducir las complejidades de la situación a la audiencia”, añaden desde este mismo medio. Y esa es la nota positiva: este ejercicio de sinceridad de Gadd demuestra que ya entiende las consecuencias que las violaciones que sufrió tuvieron sobre su psique. Que ha conseguido verlo. Y ese es el paso clave para asimilarlo y comenzar a sanar. Si viviste algo así, si padeciste el acoso o el abuso en algunas de sus formas, no lo ignores y trátalo en terapia. Lograrás estar bien.