Yo también me he dado mis atracones de series. Yo también me he tumbado en el sofá o en la cama toda una tarde y he puesto un episodio tras otro hasta agotar la historia. Y tenía su aquel. No nos vamos a engañar. Pero a mí siempre me ha molado más el rollo capítulo por semana. Quizás porque mi amor por las series surgió en la época de Lost y esperaba el estreno de los episodios con una ilusión brutal: me pasaba la semana dándole vueltas a lo que había visto, tratando de anticipar lo que podría venirse y leyendo teorías en internet. Y así la serie era algo más que una serie. Estaba conmigo más de lo que duraban sus capítulos. Era parte de mis semanas. De mi día a día.
Y lo mismo me pasó con Juego de Tronos hace unos años. Seguramente a ti también. Tú, como yo y la inmensa mayoría de la gente, has pasado los últimos años de tu vida en un mundo que te empuja hacia la gratificación inmediata. ¿Deseas algo? Lo coges. Por eso cuando alguien te pone límites resulta tan duro y tan bonito al mismo tiempo. Querrías que HBO te diera toda la serie entera del tirón para devorarla, pero que te fuese acompañando durante semanas y semanas fue precioso. Si la hubieras empezado y terminado en un mes no tendría el sitio que tiene en tu corazón. El consumo rápido tiene eso. Es más trivial. Pasas a otra cosa y no tienes tiempo a procesar bien.
Importante darle tiempo a la serie, no es para hacer una maratón y vertela en una semana.Mejor episodio diario, para que de tiempo a que cuaje
— ᓚஇᗢ ( @fergui1991.bsky.social) 4 de marzo de 2025, 11:17
Lo guay es descubrir que hay mucha otra audiencia a la que le pasa lo mismo. Que está encantada con que Severance o The Last of Us salgan poquito a poco. Con poder ir a la uni o al trabajo y teorizar sobre lo que va a pasar la semana que viene. Con digerir adecuadamente la evolución de los personajes. La pérdida de alguno. Con saberse protegida de los spoilers porque nadie puede hacer spoilers. Por eso tiene tanto sentido que el modelo de capítulo semanal recupere su encanto y vuelva progresivamente a tu vida. Es una manera más sostenible y profunda de disfrutar lo audiovisual. HBO, a través de su plataforma Max, está decidida a seguir apostando por ello.
La cosa, explica la analista Elena Neira, es que la industria está entendiendo que ambos modelos podrían coexistir. Quizá una serie corta como Adolescencia o una sitcom más ligera pueda entrarte muy bien en modo maratón. Para un finde o para una tarde tonta en la que te sientes low y necesitas desconectar del mundo. Está claro que el rollo estreno semanal requiere de una calidad mínima para que no pierdas las ganas en mitad de la semana. En palabras de esta periodista, “el reto para las plataformas es identificar qué historias demandan pausas para fermentar en la cultura popular y cuáles exigen la combustión rápida del consumo compulsivo”. Y tú, ¿qué prefieres?