La serie de uno de los mayores asesinos en serie con la que temblar de miedo

Quince víctimas: las ahogaba, las bañaba, tenía relaciones, las vestía, las conservaba un tiempo y luego las descuartizaba y tiraba por el váter o incineraba. Así fue el modus operandi de Dennis Nilsen

Eres un policía y aparece un hombre en tu comisaría. Te cuenta 15 crímenes. Cada cual más brutal que el anterior. Obviamente, te preparas para detenerlo pero, sorpresa, no puedes. Aunque incluye todo tipo de detalles en su confesión, no da ningún nombre, ni tan siquiera dónde dejó los cadáveres. No tienes ninguna prueba material para detenerlo, ya que, sin indicios de que ha cometido los asesinatos, quizá solo es la confesión de un loco. Y, por si fuera poco, el asesino te va recordando que "merezco ser tratado como inocente hasta que se demuestre lo contrario", para añadir más presión y cinismo al caso.

Esta historia, que suena a thriller hollywoodiense, sucedió de verdad. Fue el inicio de uno de los mayores juegos policiales de Reino Unido, cuyo perpetuador fue el asesino Dennis Nilsen. Sucedió a finales de los 70 y principios de los 80 en Reino Unido, y ahora su historia ha resucitado con una miniserie Des, disponible en StarzPlay, que revive el caos tras la confesión de Nilsen y la carrera a contrarreloj para encontrar pruebas para detener al psicópata antes de que quede en libertad porque, según los profesionales que lo analizaron, si salía libre seguiría matando. Otra más para apuntar a la lista si eres amante del true crime.

Para los que no teman los spoilers, un poco más de información del caso real. Su total de víctimas fueron 15 hombres jóvenes, según sus confesiones. Fueron asesinados entre 1978 y 1983, aunque al final solo fue convicto por seis de ellos y dos intentos de homicidio los únicos que se pudieron probar. Si fue tan difícil encontrar los cadáveres es porque los diseccionaba, quemaba o tiraba por el váter.

Su primer asesinato fue a un chico que conoció en un bar. Lo invitó a casa, tuvieron relaciones sexuales y, al despertarse a la mañana siguiente, vio que ese chico que tanto le gustaba se iba a vestir e irse pronto, y no tenía ganas de soportar “esa pérdida”. Así que lo estranguló con una corbata, lo remató ahogándolo en el agua y ahí dejó su cadáver. Lo bañó y tuvo relaciones con él. Luego lo guardó bajo el parqué de su casa y, siete meses después, quemó los restos en una hoguera.

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Así empezó su racha de asesinatos que siempre tenía el mismo ritual: sexo, limpiarlos, relaciones sexuales, los vestía, los dejaba “decentes”, los conservaba durante un tiempo y luego se deshacía de ellos por el inodoro o en el fuego. A Nilsen también se lo conoce como the Kindly Killer "asesino amable", porque usaba un método “muy humanitario” para matar. O al menos, así lo decía él, refiriéndose a la muerte “en dignidad” de sus víctimas, a las cuales asesinaba sin tortura y luego vestía y limpiaba.

Muchas veces, las explicaciones para las conductas psicópatas se resumen en infancias traumáticas: para Nielsen no es así. Él recuerda una infancia muy pacífica. Sin embargo, tuvo que interactuar con la muerte de muy pequeño su padre, abuelo, incluso se encontró un cadáver por la calle, algo que, sumado a sus problemas familiares y la falta de amor que recibió, provocó su despertar como asesino. Murió en 2018, en la cárcel, donde hacía cadena perpetua.