Si no has leído bien el titular, te avisamos: este artículo contiene espoilers. Juego de Tronos ya ha terminado, ya podemos descansar, se acabó el levantarse temprano para no comerte espoilers, el silenciar las redes sociales y los silencios durante el café. Si tú también estabas harto de esta situación ahora vendrán tiempos de paz. Para ti, tal vez, pero no para la Cersei española, Olga Estivill, de 25 años, que se viste cada día como la líder de la familia Lannister, melena rubia, trenzas sobre las orejas, vestido rojo hasta los pies. Así fue como vio el último capítulo y estas son sus palabras: "¿qué voy a decir, si estoy muerta?".
Olga trabaja en la tienda oficial de Thronestore de Barcelona, la única en España, y para ella esto no ha terminado aquí, porque la serie ya forma parte de su vida, eso decía en un vídeo que se grabó al terminar el final de la temporada, entre sollozos que recordaban al sonido de los dragones. Se presenta como Cersei y lleva "defendiendo el trono" desde hace algo más de un año, cuando salió la séptima temporada, que vio "toda de golpe". Al principio tuvo una relación "de amor y odio" con la serie: "No quería verla, pero amaba los libros. Me encanta la temática fantasía, la conspiración... entonces dije que para poder hablar tenía que verlo. Y me enamoré, me enamoré desde el primer momento".
El final de Game of Thrones, contado con memes
¿Cuál es tu personaje favorito? "Yo misma, por supuesto". Los fans van a la tienda y se hacen fotos con ella en el trono, aunque eso, tal vez, a partir de ahora cambie y tengan que contratar al personaje al que nadie hacía caso hasta ahora. Aunque ella seguirá siendo Cersei.
Cómo era el mundo antes de GoT
En 2011 todavía estábamos reponiéndonos del final de otro fenómeno Lost, cuando HBO sacó las primeras imágenes de la serie con Sean Bean cortando cabezas. Muchos lectores de las novelas de George R.R. Martin ya avisaban de que si hacían un buen trabajo estábamos frente a un nuevo melocotonazo. Y así ocurrió, la expectación por la serie no defraudó y muchos lectores se encontraron con sus sueños más húmedos cumplidos.
Las plataformas de streaming aún no habían llegado y muchos tirábamos de SeriesYonkis para ver la serie; es más, quizá uno de los grandes logros de la serie es haber conseguido la transición de estos usuarios a los canales oficiales. El resto es historia. La ficción se extendió por toda nuestra realidad como un virus y Juego de Tronos pasó a ser algo de todos.
Más allá de si te ha gustado el final, hay estos datos son relevantes. Has pasado tres días y una hora viendo la serie. La primera temporada la vieron 9 millones de espectadores, la séptima más de 32. Se han destinado alrededor de 15 millones por episodio esta última temporada. Han rodado por todo el mundo, en España por ejemplo, en Sevilla, Badajoz, el País Vasco o Girona, donde han dado empleo a muchísima gente del sector. Hacer un
cálculo de lo que ha podido ingresar la cadena con la serie es imposible, pero se decía que si sólo el 2% de los abonados estuvieran por la serie ya les repercutirían 100 millones de dólares anuales. Sumadle los derechos por la venta a otras cadenas, los blurays o el merchandising. Mucho dinero.
Por eso, más que estar frustrados o hundidos, si tú también has firmado la petición de Change.org para que vuelvan a rodar la última temporada, piensa que en 1996 un guionista de series de Hollywood sin mucho éxito, se piró a Nuevo México, se retiró para escribir novelas fantásticas y más de veinte años después tú estás sufriendo por sus personajes. Esa es la mejor lección que nos deja Juego de Tronos, además de una precuela, que ya está en construcción. Y si no te gusta, tranquilx, el mundo no está para complacerte.