Winter is coming, pero en plena primavera. Tras tenernos a todos en vilo desde agosto de 2017, ansiando saber cuándo podríamos conocer al fin el desenlace de la serie, HBO confirmaba ayer el estreno de la última temporada para abril de 2019 a través de un nuevo teaser incluido en una publicación de Twitter. Un teaser que, si bien no incorpora imágenes nuevas —el secretismo alrededor de esta octava temporada es especialmente notable—, funciona como recopilación superépica de las innumerables muertes que han borrado de la trama a tantos y tantos personajes durante todos estos años. Un anticipo. Un aviso.
Como afirmaba en una entrevista Sophie Turner, actriz que da vida a Sansa Stark, esta última entrega será “más sangrienta, con más muertes” que las anteriores. Ya lo dice la propia Cersei Lannister al principio del nuevo teaser: “Cuando juegas al juego de tronos, ganas o mueres”. Y aquí van a morir muchos. “Cada batalla. Cada traición. Cada peligro. Cada lucha. Cada sacrificio. Cada muerte. Es todo #PorElTrono”. Palabras que acompañan unas imágenes ya grabadas en nuestra mente hasta que John Snow suelta aquello de “solo hay una guerra que importa y ya está aquí” al final del vídeo.
De hecho, las alternativas al trono ya no pasan tanto por Lannisters, Starks, Targaryens o cualquier otra casa de Poniente. Llegados a este punto, con el invierno encima, las alternativas son los humanos o los caminantes blancos liderados por el Rey de la Noche. Esa será la gran batalla. Una que, según un mensaje de felicitación de la HBO a sus trabajadores compartido en Twitter, ha sido grabada durante “55 noches seguidas” y a “temperaturas bajo cero” para crear algo “nunca antes visto”: la batalla más larga de la historia de la televisión. Casi tan larga como los cinco meses que nos separan de abril.