Las experiencias más turbias vividas por personas que sufrieron catfishing

Quizás te lo pienses mejor la próxima vez que vuelvas a conocer a alguien a través de las redes sociales o, al menos, tendrás la mosca detrás de la oreja antes de confiar ciegamente

Alguien te manda un mensaje por Instagram. Es amigx de un amigx de un amigx. Y tiene interés en ti. Tú, que no te encuentras en tu mejor momento, contestas. Empiezas a sentirte cómodx y, sin darte cuenta, ya lleváis hablando durante horas. Cada día se repite lo mismo. Tú, con la pantalla pegada al rostro, has recobrado la ilusión de lo que podría ser un nuevo amor. Pasan las semanas y aún no os habéis conocido. Este supuesto nuevo amor se muestra reticente a un encuentro, dice que es tímidx, que nunca le ha ido bien en las relaciones.

Todo se comienza a poner un poco turbio, sobre todo porque tú ni siquiera conoces cómo es. Las sospechas comienzan. Y ha ocurrido lo menos deseado pero lo más esperado: eres víctima de catfishing. Se trata de un fenómeno que consiste en crear un perfil falso en Internet con el objetivo de ligar o coquetear. Esto puede quedarse ahí o ir más lejos: quienes usurpan la identidad pueden llegar a extorsionar a la víctima. Aquí reunimos algunas historias reales vividas por llegar a extorsionar a la víctima que harán que desconfíes un poco más si alguien desconocido te habla por privado a través de Instagram o WhatsApp.

Policía

Solía trabajar como voluntario para ser una especie de señuelo: iba a locutorios para que no rastrearan la señal y fingía ser una niña de 15 años. Entraba en chats para adultos y recibía decenas de mensajes de hombres adultos. Hablaba con ellos y averiguaba sus ubicaciones. El objetivo de las conversaciones era concertar una especie de cita con los hombres con la intención de tener relaciones sexuales, en cuyo caso podríamos entregar la evidencia a la policía local. Muchos de ellos encendían la cámara web para que los viera masturbarse.

Muerte

Hace muchos años comencé a hablar con un chico llamado Zack. Hablábamos diariamente. Estuvimos así durante un año o dos, jamás pensamos en poner la webcam. Me contó cosas sobre su familia. Su madre y su hermana lo habían dejado solo. Nunca había conocido a su padre, aunque había escuchado historias no muy buenas sobre él. Un día se conectó y parecía no estar bien, le pregunté si le había pasado algo. Me dijo que me lo contaría por webcam. La encendió. Allí había una chica de, aproximadamente, 14 años. Ella era la persona con la que había estado hablando durante el último año. Su hermano Zack había fallecido y ella decidió tomar su personalidad y seguir hablando con sus contactos desconocidos. Cuando sus padres lo descubrieron le dijeron a ella que debía decir la verdad.

A dos bandas

Hace solo unas semanas me enteré que mis fotos se han estado utilizado para engañar a otras personas. Llevan casi 10 años circulando por la red. Una mujer de unos 40 años había estado fingiendo ser un joven de 15 años y ha estado en una 'relación' online con dos niñas de 11 años. Se había hecho más de 10 perfiles diferentes de Facebook con fotos de mi familia y amigos poniéndoles nombres falsos. Incluso llegó a grabar con su móvil algunos vídeos míos de Instagram y los subió a Facebook. Conozco esto porque después de realizar la denuncia encontraron la verdad.

Fotos de modelos

Hace un par de años estuve hablando por mensajes privados con un chico muy muy guapo. Me había enviado fotos. Después de hablar durante mucho tiempo decidimos quedar. Finalmente él no pudo. Se suponía que tenía mi misma edad, 16 años. Un día, haciendo scroll por Pinterest lo vi. Le seguí la pista a la imagen y resultaba salir de un blog de modelos. Le escribí enviándole el blog. Como vio que lo había encontrado, confesó. Me dijo que era adulto, que estaba casado y que tenía hijos. Además, me explicó que se había hecho ese perfil falso para vigilar a su esposa y que, mientras lo hacía, me había conocido. Me quedé en shock.

Pedofilia

En aquel momento tendría alrededor de 11 años, era un niño tranquilo. Me conectaba a diferentes chats para hablar sobre música. Conocí a un chico y nos llevamos muy bien. Dijo que tenía la misma edad que yo. Como, al parecer, vivíamos cerca, intercambiamos números para hablar por WhatsApp. Una tarde me pidió que le enviara fotos mías desnudo. No lo hice, no era tan ingenuo. Él comenzó a enviarme fotos suyas desnudo. Era un hombre adulto, como de 40 años. Me dijo que lo sentía, que le gustaban los niños pequeños. Le conté lo ocurrido a mis padres. Y ellos se encargaron de denunciarlo a la policía.