Esto es lo que realmente vemos cuando cerramos los ojos

Los destellos que percibes sobre ese fondo gris son señales eléctricas de tus neuronas

Haz una prueba. Ponte cómodx, cierra los ojos y explora en profundidad lo que ves. Sí, lo que ves. Porque aunque hayas escuchado mil veces cosas del tipo "cerró los ojos y se sumió en la oscuridad", la realidad es que no es pura oscuridad lo que contemplas cuando bajas tus párpados. En concreto, y según cuentan desde oscuridad, "lo que observamos cuando cerramos los ojos no es negro, un color mucho más esquivo de lo que aparenta en la naturaleza, sino un gris repleto de motas o destellos brillantes". Y tiene un nombre: Eigengrau, el cual significa algo así como "su propio gris" o "gris intrínseco".

Como explican desde este mismo medio, Eigengrau es un término procedente del alemán, una lengua con la suficiente versatilidad como para dar lugar a palabras verdaderamente específicas. Esta en particular fue desarrollada por el filósofo y psicólogo alemán del siglo XX Gustav Theodor Fechner. La compuso combinando dos palabras alemanas diferentes. Por un lado, eigen, que puede traducirse como "luz propia". Por otro lado, grau, la cual significa literalmente "gris". Juntas definen lo que tus ojos tienen delante cuando cierras los ojos. El mundo de la nada. El mundo generado por tu cerebro.

Cierra los ojos, ¿qué ves?

"Se trata del color al que nuestro cerebro recurre automáticamente cuando no tiene nada que observar. Una gama cromática autogenerada por nuestros nervios oculares", añaden desde Magnet. No obstante, es una verdad a medias, puesto que tus ojos no ven un lienzo homogéneo. En su lugar, contemplan un "conglomerado indefinido de destellos, estrellas y formas geométricas que se reproducen de forma aleatoria sobre un fondo oscuro". Es un universo en sí mismo. Y quizás nunca le hayas dedicado el tiempo suficiente para descubrirlo. Andas siempre demasiado ocupado en algo.

Esos destellos tienen además un nombre: fosfenos. En este caso, se trata de una palabra procedente del griego antiguo. Concretamente de la mezcla de los vocablos phos, que significa "luz", y phainein, que puede traducir como "mostrar". Y los científicos saben perfectamente por qué aparecen los fosfenos sobre el fondo gris del Eigengrau cuando cierras los ojos: "Los destellos y los patrones, en ocasiones geométricos, que percibimos cuando cerramos los ojos provienen de la incesante actividad de nuestra corteza visual, cuya actividad es permanente y espontánea". Son señales eléctricas de tus neuronas.

Nunca nada es solo negro

¿No consigues verlos con claridad? Aprieta tus párpados. Cuando implementas fuerza sobre ellos para cerrarlos con más intensidad las señales eléctricas se multiplican y los destellos se muestran con más exuberancia. Es un reflejo del funcionamiento de parte de tu cerebro. Algo increíble. En este sentido, no existe posibilidad alguna de que observes un negro verdaderamente puro cuando bajas tus párpados. Al fin y al cabo, tu corteza visual se encuentra siempre activa y sus neuronas emitiendo señales sin parar. En cierto sentido, esos patrones tan extraños y caóticos son tú. Tu Eigengrau es único. Nadie más puede verlo.