Y hasta aquí hemos llegado, esto es inadmisible. Para los que desconozcáis esta práctica, el Tió de Nadal es un entrañable y adorable tronquito sonriente que en Cataluña vendría a sustituir al conocido Papá Noel y que, durante las fiestas, acompaña a niños y adultos en las celebraciones navideñas. Sin embargo, más allá de ese cariño que los catalanes aseguran tenerle, hay una verdad escondida que no todo el mundo conoce y que, desde hoy, tiene que salir a la luz para que tales salvajadas propiciadas por el ser humano se detengan inmediatamente.
Remontándonos a la cultura popular, el Caga Tió, al que muy alegremente durante mucho tiempo y por desconocimiento yo estuve llamando "Cagatlló" -creyendo que era algo así como "cagallón", en castellano-, es una terrible y siniestra tradición catalana en la que niños y adultos asisten durante casi dos semanas al maltrato de un tronquito indefenso que sufre palizas, leñazos y hostiazos para que al final, obligado por la tortura, acabe 'cagando' regalos.

El modus operandi de esta tradición comienza aproximadamente dos semanas antes del 24 de diciembre. Cuando una noche el tronquito amable llegue hasta alguna de las puertas de los hogares catalanes, los dueños de estos deberán ofrecerle cobijo y una mantita con la que taparse. Hasta aquí parece todo normal, pero lo que llega a continuación es realmente estremecedor. Durante estos catorce días el tronco navideño será alimentado, cebado y embutido cada noche con golosinas, mandarinas, chucherías, huevos, chocolate, y todo tipo de frutas privándosele de la libertad de evacuar hasta Nochebuena.
El día 24 por la noche, cuando más crea que tiene una vida de ensueño, el fatal destino del Caga Tió sufrirá el palazo final. Niños aparentemente de familia de bien se reunirán en grupo y, ante los ojos de sus padres y los del propio Tió de Nadal que sigue sonriendo como si nada pasase, le arremeterán todo tipo de hostias y golpes de bastón para obligar al leñas a 'cagar' un montonazo de regalos mientras cantan alrededor canciones macabras como:
"Caga tió Caga, tíoametlles i torró almendras y turrón
si no vols cagar si no quieres cagar
et donaré un cop de bastó te daré un golpe de bastón
Caga tió!" ¡caga tío!

Así es como el Tió, después de haber sido retenido contra su voluntad en todos los hogares, cagará todo lo no cagado durante esas dos semanas y expulsará todo tipo de regalos en forma de Barbie, juegos de mesa, videojuegos, bicis, y otras variedades infantiles que acabarán olvidadas en los armarios de la misma forma que lo hará la honorabilidad del Caga Tió.
Así que conocida esta historia, ahora qué: ¿creéis que deberíamos permitir este brutal genocidio? ¿No habría otras maneras de ayudarle a evacuar? Por favor, acerquemos esta noticia a todas aquellas personas interesadas en frenar acciones tan crueles contra estos trocitos inocentes de madera e iniciemos el cambio para conseguir una sociedad en la que los niños sean niños y no unos salvajes.

Por cierto, ¿es hoy ya 28 de diciembre?