Tanto disfrutamos con el éxito de “influencers” y de famosas como de su caída. No hay nada que nos dé más “guilty pleasure”: ver cómo esa persona que parecía perfecta y que lo tenía todo, de un día para otro parece que no levanta cabeza. El ejemplo más reciente de esta caída es la de Chiara Ferragni, la italiana más cotizada en el mundo de la moda. Está pasando una malísima racha: a sus polémicas por un supuesto fraude con campañas de beneficencia se le suma su separación con el rapero Fedez.
Hace poco conocíamos que después de 8 años de relación y dos hijos juntos decidían tomar caminos separados. La famosa ha borrado las fotos en las que sale con él y algunos hablan de muchas teorías: que él la eclipsaba o que después de que ella estuviese apoyándolo en su enfermedad de cáncer, él la dejase de lado tras sus últimas polémicas.
Sabemos que Chiara lo está pasando mal. En su Instagram, hace poco publicó una “story” en la que ponía el siguiente mensaje: “Ten fe. Estarás bien”. A pesar de las dificultades que está atravesando, quiere salir de esto. ¿Te imaginas que estás pasando por el peor momento de tu vida y a la vez todo el mundo lo sabe? Pero, claro, es un riesgo cuando precisamente vives de contarle tu vida a los demás.
Quizá podemos saber un poquito más a través de una entrevista a Chiara publicada hace poco en el periódico italiano Ill Corriere della Sera. Fue hecha antes de que se supiese que el matrimonio con Fedez había saltado por los aires. En ella, la famosa empresaria de la moda decía: “En ciertas situaciones de caos extremo, las cosas es mejor mantenerlas dentro de la pareja”. Algo que parece estar cumpliendo a rajatabla, pues no se ha pronunciado mucho más sobre el tema.
Para ella, lo más importante son sus hijxs: ”Todo el mundo quiere opinar, pero para mí más que dar explicaciones es más importante hacer lo que creo que es correcto: mantener los problemas dentro de los muros familiares”.
Un escándalo enorme
Podrá intentar que los trapos sucios sobre su familia se queden en casa, pero no le está siendo tan fácil con otro tema que la persigue: el varapalo que ha sufrido por parte de las autoridades. La Autoridad Antimonopolio de Italia multó a dos de sus sociedades con un millón de euros. La acusaron de vender pandoros, un dulce supertípico navideño italiano, diciendo que la recaudación iría a una fundación solidaria para un hospital pediátrico, que nunca llegó a realizarse.
Sobre el caso, cuenta en la entrevista que: “Fue difícil. Durante dos meses hablaron de mí como si fuera una criminal y encarnara todos los males de este país”. Chiara se enfrenta a la peor crisis de imagen de su carrera. Veremos si puede salir de esta.