Cada vez que se habla de Rosalía y el ‘Mal querer’ no puede faltar el apunte del listillo de turno diciendo: “Bueno, pero gran parte del disco en realidad lo hizo C. Tangana cuando aún estaban juntos”. A ver, es cierto que el cantante aparece acreditado como coautor en ocho de los once temas que tiene el disco —incluida la canción ‘Poder’—, ¿pero a que nadie va diciendo por ahí que ‘Tú me dejaste de querer” no lo escribió C. Tangana, cuando en los créditos quien aparece como coautor también es Cristian Quirante Catalán? ¿Lo estás oliendo, no? Es el tufillo del machismo.
Lo mismo se ha repetido con el disco de ‘Motmomami’, donde en los créditos de dos canciones aparece Rauw Alejandro. Ya se volvió a cuestionar la autoría de Rosalía cuando, para empezar, la catalana empezó a salir con el puertorriqueño cuando ya llevaba trabajando en el disco un año y medio. Los temas donde Alejandro aparece como coautor son ‘Chicken Teriyaki’ y ‘Bizcochito’, y la aportación fue mínima:Motmomamide “pa’ti, naki, chicken teriyaki” y en `Bizcochito’ eliminó un segundo. Incluso Alejandro tuvo que salir a chapar bocas con dos tuits, donde concluía: “Ellos hateando, nosotros facturando”.
Ellas sí escriben sus canciones
Simplemente, Rosalía decidió citar a su novio por deferencia. De la misma manera que haría si una amiga suya apareciera un día en el estudio a hacer una visita y le comentara algo que la hiciese pensar, también la pondría como coautora del disco. “Yo pongo a todo el mundo, aunque hayan hecho un 1%, o un 0,01% de lo que sea, porque esa es mi ética como músico”, dijo la artista.
Lo mismo le ha pasado a otras artistas como Ariana Grande o Taylor Swift. En 2019, la escritora Zara Lisbon dijo que Ariana Grande es solo “un dibujo animado y una creación” y la comparó con Taylor Swift, diciendo que esta sí que escribe sus canciones. Aunque parece el típico ‘hate’ que no respondería ningún artista la escritora solo tenía 2.000 followers en Twitter, Grande sí que lo hizo y se dedicó a publicar notas de voz y pantallazos de las conversaciones que tiene con los productores de sus temas, en los que suele aparecer como coautora, para demostrar que ella sí interviene en el proceso. Ah, por cierto, Grande ha escrito canciones para otros artistas, como Normani. Por si alguien dudaba de su talento.
Una era plagada de coautorías
A Taylor Swift le paso lo mismo, a pesar de que sus canciones son muy personales. Hace dos meses, Damon Albarn Blur pudo comprobar la furia de los 'swifties', incluido el presidente de Chile, Gabriel Boric, confeso fan de Swift, cuando dijo que la estrella del country no escribe sus propias letras. Cuando le demostraron que sí, añadió que “las coescribe” queriendo quitarle mérito.
La gracia de toda la historia es que la norma en la era del hiperpop es que todas las canciones tengan múltiples autores. Billboard hizo un estudió en 2020 y constató que de las 283 canciones que habían ocupado el número de su lista mundial desde que empezó el milenio, tan solo 13 tenían un único autor.
Entre ellas, precisamente, un tema de una mujer; Alicia Keys, ‘Fallin'. Otro estudio de 2018 que publicó la revista 'Music Business' llego a la conclusión de que para escribir un temazo, un hit de esos que lo petan, se necesita una media de nueve autores. Por ejemplo, el tema de Travis Scott, ‘Sicko Mode’, que hizo con Drake, tiene acreditado hasta 30 autores, porque ahora también se citan productores y arreglistas. Es decir, la mayoría de artistas coescriben sus temas, pero, por desgracia, las injustas acusaciones sobre la autoría siempre van dirigidas a las cantantes.