Ellos. Los antisociales. Los que hacen cualquier cosa menos ser partícipes en el movimiento giratorio de la Tierra. Puede que alguna vez te hayas cruzado con alguno o puede también que tú mismo formes parte del entramado antisocial tan grave que afecta a las relaciones humanas. No siempre van vestidos de negro, pero andan solos por la vida porque así es como llegaron al mundo y así es como quieren divagar sobre él. Les sobran los humanos, son artistas indiscutibles en el juego de la soledad y, si te encuentras con alguno, no lo intentes. Nunca podrás salvarles.
1. Si les invades el espacio vital, estás perdido
No hay nada más peligroso que acercarse demasiado a un antisocial. Llegan a los sitios, saludan desde lejos y sonreirán si es necesario solo para evitar cualquier contacto físico con los allí presentes. No les gusta los abrazos, las demostraciones de cariño en público, y si acabas de presentarles a un nuevo colega y tú tienes que ir al baño por un motivo de fuerza mayor, ellos desearán muy fuerte desaparecer de la faz de la Tierra y la incomodidad estará tan presente que podrá cortarse con un cuchillo.
2. ¿Estás diciendo en serio lo de salir de fiesta?
La sensación desagradable que vive un antisocial cuando le invitan a salir de fiesta es proporcional a la que un extrovertido siente cuando no tienen ningún plan a la vista. A ellos nunca se les invita a salir: como mucho a cenar en cualquier barecito tranquilo con música en directo de fondo y, si ese día, muy a lo loco, deciden vivir la vida al límite, te acompañarán en el primer gintonic. Pero punto. La vida para ellos no sigue a partir de las 2 de la mañana. No te esfuerces, no insistas, no seas pesado. Adáptate o déjalo libre, es la regla universal para convivir con ellos sin que se alejen.
3. Su único plan secreto es que se cancelen todos los planes
No te engañes, por mucho que les escribas y ellos te digan que sí a los planes, el único que más les pone es que finalmente por obra divina se cancelen todos. Puede que al principio te extrañes porque te diga que sí, pero ellos querrán muy fuerte que ocurra cualquier catástrofe, incluso que se les inunde su propia casa, solo por evitar quedar contigo. No te lo tomes como algo personal, te prometo que quererte te quieren.
4. Y si al final el plan sale adelante, hay una libreta de excusas
Perfectamente estudiadas, ideadas y con un plan de ejecución que es una auténtica obra maestra. Desde excusas más inverosímiles que de tan absurdas nunca creerías que fueran mentira, hasta las más elaboradas e increíbles que puedas imaginarte. Desconfía de todas ellas, con los antisociales se creó la regla del 10/1. De cada 10 veces que te dicen no por algo ajeno, solo una es verdad. El resto es simplemente que no les apetece ir donde estás tú y toda la súper pandi.
5. Su casa, su mejor amigo ever
La casa de los antisociales es el rincón donde todo ocurre. Es pura magia, el lugar del bien, el rinconcito donde se sienten mimados y queridos por sus cuatro paredes. ¿En qué lugar se va a estar mejor un sábado que entre el calor de las sábanas y el portátil encima de las rodillas? En el plan estratégico de marketing de Netflix, el único público que se tuvo en cuenta fueron ellos. SeriesLy les quiere mucho. The Pirate Bay sobrevive gracias a ellos. Dan de comer a la industria y así es como debe seguir siendo. Deja de quejarte, únete o déjales libres, pero no les prives de lo que más aman.
6. ¿En tu zona o en la mía?
Pero esta qué clase de pregunta es. Todo el mundo sabe que a un antisocial le cuesta mucho mover el culo de donde está. Que no te digo que en algunos casos lo haga, no son tan ogros ni tan terribles como para levantarse de su cueva e ir donde estás tú, pero lo que sí es verdad, y en esto créeme que es cierto, que nada les hará más felices que les ahorres un trayecto de ida y vuelta para que seas tú quien vaya hacia donde están ellos. En este caso, sí. Las probabilidades de seguir conservando esta amistad son muy altas.
7. La compañía está sobrevalorada
Asúmelo de una vez, no te necesitan. Y no lo hacen principalmente porque su mundo son ellos y consigo mismos ya se lo pasan bien. Tú eres un extra en sus vidas, una pieza que juega a favor cuando deciden que la vida acompañado también está bien, pero el resto del tiempo veneran la soledad y la disfrutan como nadie. Tu fiesta de cumpleaños, tu santo, las bodas y cualquier celebración en general son una taquicardia para su vida.
8. No son amargados, solo conciben la vida de forma diferente
Créeme, odian cuando vienes con tu moral de turno a decirles que parece que estén siempre amargados. Lo que para ti puede ser un plan genial para ellos suele no serlo, pero eso no implica que estén muertos por dentro. Lo amoral es intentar que vivan como tú, que hagan las cosas como quieres tú, que sean igual que tú. Porque al final, y aunque no te lo parezca, tienen derecho a la vida, aunque tengan una peculiar forma de vivirla.
Quien tiene un antisocial, no tiene un tesoro. Pero sí al menos un amigo que le va a salir barato.
Crédito de la imagen: Alberto Polo Láñez