5 usuarios de Reddit explican lo peor que han hecho sus exparejas para vengarse

Cuando una relación se termina, ir por el camino de la venganza nunca es una opción. Hay que aprender a soltar y dejar ir a las personas y a las relaciones que ya han pasado

Tener una relación es un trabajo de dos que, en ocasiones, se hace cuesta arriba. Es natural que esto ocurra. A veces, se pasa por momentos de bajón y muchas relaciones no consiguen superarlo. En estos casos lo más sano para ambas personas es que la relación se termine. Y que se termine bien, por supuesto. Sin embargo, es también es normal que no podáis tener una amistad de primeras sobre todo cuando alguna de las personas está dolida. Y, aunque el dolor es pasajero, hay quienes no lo soportan y llevan su dolor y su rabia hasta extremos impensables. Como la venganza. Esto es lo peor que puede suceder porque hay momentos donde los límites se superan, como sucede en estos cinco relatos que tener una amistad de primeras. Atentxs porque algunos son estremecedores y otros, directamente, no se pueden consentir y deberían ser denunciadas.

Regalo inesperado

"El Día de San Valentin recibí un pequeño paquete de mi ex pareja. Dentro había un sobre que ponía Feliz San Valentín. Dentro del sobre había una bolsa llena de sus pelos púbicos. Eran de más de dos centímetros".

Helado mal

"Cuando mi relación con mi novia terminó, me mudé. A las pocas semanas tuve que volver al piso para recoger algunas de mis cosas. Allí estaba su novio nuevo. Ella sabía que yo lo conocía, intenté no darle importancia pero me dolía. Mientras recogía mis cosas, ellos fueron a comprarse un helado. Lo pensé rápido y bajé también a buscar un helado. Me pedí un cono de helado con chocolate con trocitos de menta, mientras lo tenía en la mano ellos empezaron a besarse. Les dije: 'Ey, chicos, córtense un poco'. Él respondió que ya no estábamos juntos. En ese instante cogí el cono y se lo estampé en la cara y en el pelo. Nos peleamos. Ahora se que lo que hice estuvo mal".

Violencia

"Un chico con el que rompí cuando tenía 21 años comenzó a dejar notas y pequeños regalos en la puerta trasera de la casa de mis padres. Poco a poco los iba tirando. Unas semanas más tarde, me di cuenta que había dejado algunas cosas en su casa y que necesitaba —y quería— recuperarlas. Quedé con él para ir a recogerlas. Cuando terminé de recoger mis cosas tuvimos una charla bastante incómoda y de repente me soltó: 'Estuve a punto de cerrar la puerta con llave para violarte'. Salí de allí a toda prisa y puse una orden de alejamiento".

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"Un chico con el que tuve una cita y con quien estuve hablando por WhatsApp empezó, poco a poco, a acosarme cuando le dije que ya no quería quedar con él. Tuve que bloquearlo y borrar su contactoUnos días después, recibí unas 40 llamadas en un solo día sobre un anuncio para tener sexo. Lo había publicado él".

Cruzar el límite

"Estaba sentada en el sofá de casa. De repente llegó mi novio, estaba muy borracho, apareció tambaleándose. Se sorprendió al encontrarme en casa. Rápidamente se fue a la habitación. Entré un poco más tarde y lo encontré desmayado. Empecé a intentar despertarlo y mientras lo movía su móvil se cayó de su bolsillo. Tenía la pantalla llena de mensajes de otra chica, parecía una discusión. Ella le había enviado: 'Te amo, pero ¿qué vamos a hacer con ella, espero que cumplas con lo que me dijiste y te encargues de ella'. Al día siguiente me enfrenté a él por los mensajes, me puso las manos en el cuello y empezó a intentar ahogarme. Estaba intentando matarme. No recuerdo cómo, pero conseguí darle una patada en los testículos y escapar. Ahora está en la cárcel.