5 libros que te destrozarán la cabeza pero que vale la pena leer

Bajo tu juicio, sé libre de leerlos o no, pero no esperes de nosotros que estemos a tu lado cuando sufras lo que tiene que estar a punto de llegarte.

Toda buena historia merece un buen final, pero es que hay finales que te dejan un WTF muy grande circulando por las neuronas de tu cerebro. Son los libros que tu madre nunca te recomendaría, pero nosotros sí. Si al terminarlos tú también has sufrido un shock emocional, nunca jamás diremos que esta conversación ha tenido lugar. Bajo tu juicio, sé libre de leerlos o no, pero no esperes de nosotros que estemos a tu lado cuando sufras lo que tiene que estar a punto de llegarte.

1. Lolita – Vladimir Nabokov

¿Puede realmente existir el amor aunque este se manifieste en edades no aceptadas socialmente? Lolita se abre ante ti como un libro que promete dejarte sin aliento a cada paso, como la narrativa que caracteriza a Nabokov. Es asfixiante como lo es la relación que viven los dos personajes. Es odiosa, como la perturbación del protagonista, y es sin duda bizarra y enfermiza; y aun así, irremediablemente hermosa. A pesar de que en tu mente estalle una guerra en la que intentarás vislumbrar qué sentimientos son verdaderos frente a cuáles enfermizos, sus últimas páginas serán un torbellino de emociones que llevarán a no hablar de otra cosa que no sea el libro durante los próximos tres meses.


2. Las Lecciones peligrosas – Alissa Nutting

Celeste es una chica guapa que tiene un marido guapo, y rico. Celeste es también profesora de instituto, pero no lo es porque le guste la enseñanza, sino que lo es, básicamente, porque cada nuevo septiembre el único objetivo que tiene es el de enamorar a sus alumnos y llevárselos a la cama peligrosa, egoísta y salvajemente, aprovechándose de la inocencia de la adolescencia y de su belleza para conseguir todo lo que crea que debe ser suyo. Si vas a empezar a leértelo, más te vale que dejes la moralidad a un lado, pues el recorrido entre sus páginas se presenta agresivo, incómodo, sexual y lleno de preguntas a las que no sabrás darle respuestas.


3. La primavera corta, el largo invierno – Martín Casariego

La Primavera corta, el largo invierno cuenta la historia de un amor, aparentemente cotidiano, entre Pedro y Ana. Pedro comete el grave error de serle infiel y cuando Ana se entera, desaparece sin dejar rastro. Casi quince años después, Pedro recorre los lugares más turísticos de medio mundo para encontrarla, seguro de que Doña Bostezos, como llama a Ana cariñosamente para verla un poquito menos guapa, estará haciendo lo mismo. En el proceso, Pedro perderá la razón y se dejará llevar por unos recuerdos que le perjudicarán gravemente, pero a él no le importarán ni el tiempo ni los kilómetros que tenga que recorrer para encontrarla. Su amor verdadero sabe que le espera en cualquier esquina, pero solo tiene que averiguar cuál.


4. Los renglones torcidos de Dios – Torcuato

Lo más curioso de este libro es la forma en la que Torcuato decidió escribirlo. Alice Gould es una mujer extremadamente inteligente a la que internan en un psiquiátrico pero que, en su delirio, afirma ser una detective privada que tiene como objetivo resolver las causas de un asesinato. El autor, lejos de documentar la vida en un psiquiátrico desde fuera, decidió internarse como uno más para vivir en primera persona las patologías de los enfermos y hacer mucho más realista su discurso literario. Una maravilla si lo que quieres es adentrarte en el profundo mundo de la psique humana y entender la locura y el rechazo social que viven los internos al adaptarse a un mundo que no los acepta.


5. El Club de la lucha - Chuck Palahniuk

Si has visto la película, léete el libro. Si no te has leído el libro ni has visto la película, léete el libro. Desde el inicio hasta el final, con la particularidad de que Palahniuk siempre sabe hacerlo bien, quedarás atrapado por una trama donde  la provocación, el consumismo, la violencia, la revolución y la destrucción emergen de entre sus páginas para darte fuerte en la cabeza. Y cuando lo leas, recuerda: la primera regla del club de la lucha es que no se habla del club de la lucha.