Tener un gato en casa es como tener un pequeño muñeco diabólico, pero sin que se llame Chucky y sin que sea tan feo. Es decir, que aunque hay estudios que aseguran que quieran matarnos, algo hay y algo tienen para que, en el momento en el que adoptas a uno, nunca más vuelvas a imaginar tu vida sin ellos. Hoy la intención es hacer de este pequeño artículo un particular homenaje para demostrar que son los putos amos de todo el universo. Y cuánto podemos aprender de ellos.
1. Fracasar es lo de menos

2. Ser un poco esquizo no está tan mal

3. De hecho, es incluso bastante divertido

4. Aprenderás el significado de un "te quiero, PERO"

5. O de un, "lo siento, pero directamente no te quiero"

6. Pedir un poco de espacio es un derecho fundamental.

7. El sentimiento verdadero implica dejarse hacer y dejarse llevar

8. Descubrirás que hay cosas que NO necesitas

9. Y que lo importante es ser diferente, de alguna forma

10. La esperanza es lo último que debería perderse

11. De verdad, si quieres algo, ve a por ello

12. Y si consideras que alguien es para ti, lo mismo: VE A POR EL

13. No hay que perder nunca la capacidad para sorprenderse

14. Lo mejor que puedes hacer por ti es dejarte llevar

15. Y encontrar un lugar en el mundo donde te sientas bien

16. Y sobre todo, recordar que pase lo que pase, uno ya no está solo cuando tiene un gato.
