Suecia ya tiene presidenta y la primera ministra trans de su historia

La primera ministra socialdemócrata Magdalena Andersson ha designado como ministra de Escuelas a Lina Axelsson, la primera mujer trans en ocupar un ministerio en Suecia

La historia ha tenido visos de culebrón, pero finalmente Suecia ya puede decir que tendrá por primera vez una mujer como primera ministra. Y no solo eso: la socialdemócrata Magdalena Andersson, que asumió el cargo días después de haberlo tenido que dejar tras no conseguir apoyos para los presupuestos, decidió también nombrar por primera vez en la historia del país a una ministra trans. Será la segunda en Europa. Se trata de Lina Axelsson Kihlblom, que será ministra de Escuelas, todo un recado para la inclusión en la educación en el país nórdico. 

Pero empecemos por el principio. Magdalena Andersson nació en Uppsala en 1967 y estudió la carrera y un posgrado de Economía en Estocolmo. En el año 96 empezó a trabajar como asesora política del primer ministro y fue secretaria de Estado del Ministerio de Finanzas entre 2004 y 2006, así como asesora interna de la líder del Partido Socialdemócrata, Mona Sahlin. Después de trabajar también para el Fondo Monetario Internacional, podemos decir que la carrera de Andersson ha ido más ligada al trabajo entre bambalinas como asesora económica y política que a la carrera política. 

Desde 2014, Andersson lideraba el ministerio de Finanzas y su nombre sonaba como favorito para ser primera ministra cuando en agosto el entonces mandatario Stefan Lofven anunció que acabaría dimitiendo. Al final lo hizo, pero dimitió siete horas después porque no le aprobaban los presupuestos y seis días más tarde volvió a asumir el cargo pero con un nuevo gobierno sin el Partido Verde, o sea dejó de ser una coalición. 

La cuestión es que para el nuevo gobierno Andersson ha designado a la primera persona trans de la historia del país. Lina Axelsson Kihblom, de 50 años de edad, publicó en el año 2015 un libro titulado ‘¿Te gustaré ahora?’, en el que explicaba su reasignación de género a la que se sometió a los 24 años de edad. El currículo de Lina es de esos que echan para atrás. 

Licenciada en derecho y con un posgrado en liderazgo educativo, trabajó como responsable de marketing de una empresa de telecomunicaciones en Irlanda, pero a partir de 2009 se centró en la educación y fue encadenando trabajos como directora de institutos en los que se hizo conocida por mejorar los resultados de sus alumnos. Habla alemán, español, francés y, claro, sueco, según explica la web oficial de la secretaría general del gobierno sueco. Con ella y Andersson, el gobierno sueco será un poco menos machista y más inclusivo