El bullying a los estudiantes LGTBI es cada vez más violento

Un niño de 12 años en el hospital y una adolescente de 17 se suicidó. Y esto solo en este curso. Estos casos reflejan una triste realidad: un 50% de los estudiantes LGTBI sufren 'bullying' a diario

Tiene 12 años y acaba de empezar primero de la ESO. Tenía muchas ganas porque los años de instituto pueden ser muy divertidos, de los mejores de la trayectoria estudiantil. Eso, claro, si no eres una persona LGTBI. En estos casos, el instituto supone vivir con constante miedo a agresiones, insultos, palizas y bullying. Es lo que le ha pasado al hijo de Sikiu cuyo nombre no se ha hecho público para proteger su identidad, al cual han tenido que operar dos veces por una paliza homófoba.

“El primer día en primero de la ESO fue muy ilusionado a clase, pero al tercero ya no quería volver y no decía el motivo. No sabíamos que era tan grave lo que le pasaba. Hace un mes, me llamaron del instituto para decirme que mi hijo tenía ganas de vomitar, pero él se puso así porque en realidad se quería ir de allí después de haber tenido un problema con otros chicos. Resultó que había un grupo que le hacía bullying y se metía con él desde que llegó al centro”, cuenta la madre al diario El Español. “Después de la agresión, mi hijo ha vuelto a dormir conmigo porque tiene pesadillas y se despierta asustado: me pide que lo abrace”.

No es la primera noticia del estilo desde que empezamos el curso. Este octubre, una joven de 17 años se suicidó en A Coruña tras sufrir acoso LGTBIfóbico. “No podía soportar tanto odio. Todas y cada una de las personas que la odiaban por ser bisexual, y que se lo demostraron, son sus asesinas. También los que no la apoyaron y que miraron para otro lado cuando era agredida, por miedo o por indiferencia. Todas las personas con capacidad para actuar, que sabían lo que acontecía, pero que no se posicionaron ni se implicaron lo suficiente, son cómplices de su asesinato”, denunció un manifiesto en su memoria, reclamando justicia.

Estos son dos de los casos más llamativos y que se han hecho virales porque, tristemente, han llegado a extremos, pero ¿cuántos casos habrá por ahí, silenciados, que no llenan titulares, de niños y niñas sufriendo por el simple hecho de ser LGTBI? Aunque la sociedad parezca que en las últimas décadas se ha avanzado mucho en materia LGTBI, las cifras demuestran que no. En los últimos cinco años, las agresiones denunciadas se han disparado en un 300%, y según diversas encuestas, casi el 50% de los estudiantes del colectivo reciben bullying a diario, un 70%, insultos y un 30% palizas. Así que no, no son casos aislados. Es el pan de cada día para muchos.

Las encuestas demuestran, además, que el alumnado LGTBI se siente solo y desprotegido. Falta de protocolos y de sensibilidad, miedo a las represalias si denuncian y la tibieza en la condena de la LGTBIfobia son los principales factores que causan este desasosiego. De hecho, Sikiu denuncia que los agresores de su hijo solo han recibido un expediente de expulsión de quince días, porque la agresión sucedió fuera del colegio y el centro "no puede hacer nada". Sin embargo, como ella misma se pregunta, ¿qué pasará cuando vuelvan a compartir aulas? Ante la falta de respuestas, su hijo vive con miedo. Al igual que los cientos de estudiantes LGTBI cuyo paso por el instituto se resume en una cuenta atrás de los días que quedan para escapar de esa experiencia traumática.