Los indígenas del Amazonas se rebelan contra los poderes que quieren arrasar su selva

Las hectáreas arrasadas por el fuego este verano son solo una de las enfermedades del bosque sagrado de las poblaciones que viven allí

El Amazonas tiene mil y una amenazas: la minería, la madera, la ganadería. Los incendios que hemos visto este año y todos los anteriores son solo el síntoma de que allí hay muchos intereses económicos y que todos tienen una única consecuencia: la deforestación del pulmón del mundo, que ya es irreparable. Pero en la selva viven cientos de miles de indígenas que llevan siglos protegiendo su entorno, sagrado para ellos, y se están rebelando aun más por mantener viva la selva.

Kadjyre Kayapo es el líder de una comunidad brasileña que ha empezado a patrullar su territorio, en el estado de Pará. "Hemos construido este pueblo para evitar que los taladores ilegales de árboles se metan en nuestro territorio", cuenta a la agencia Associated Press que lo acompañó en esas patrullas, día y noche, donde se enfrentan a grupos de colonos que arrasan con toda la vegetación y abren huecos en medio del bosque a los que se refieren como "playa".

"Es la destrucción. Todos estos árboles tenían vida", declaraba Raimundo Mura, líder de la comunidad Mura a The Guardian. Marcelo Parintintin, líder de otro grupo, piensa en las generaciones futuras: "no vamos a respirar el mismo aire que respiramos hoy, si esta tierra no se conserva". Los mura resistieron durante décadas a la presión exterior, sobre todo cuando no se podía llegar por carretera a su territorio, pero cuando llegó la electricidad, la devastación se aceleró. "Cada día de que pasa, la destrucción empeora. La deforestación, las invasiones... lo que están haciendo aquí es una atrocidad contra nosotros", dice su líder: "si es necesario continuaré hasta mi última gota de sangre".

Las comunidades indígenas en América Latina tienen sus propios territorios dentro de países como Colombia, Perú o Brasil, donde se encuentra más de la mitad del Amazonas. La deforestación de la selva, en gran parte, se debe a actividades ilegales como la minería o la tala de madera, pero el presidente brasileño Jair Bolsonaro ha declarado que esas zonas protegidas, muchas en el Amazonas, son demasiado grandes.

Nestlé, McDonalds, Carrefour

El pasado mes de agosto hubo 30.901 incendios en la selva brasileña, el número más alto desde 2010, cuando se registraron 45.018, según datos oficiales reportados por AP. Esto solo en Brasil, en Bolivia este verano han ardido más de un millón de hectáreas, pero detrás de estos números hay nombres de empresas que incentivan estos fuegos para poder plantar soja uno de los principales cultivos del Amazonas o impulsar la ganadería. Entre estas compañías están McDonalds, Nestlé, Danone, Carrefour, Wallmart... la organización Mighty Earth ha hecho una investigación profunda al respecto y comparte sus resultados en esta página.

Este verano, los incendios del Amazonas se han convertido en una noticia viral que nos ha hecho reflexionar sobre nuestro estilo de vida y de consumo porque estamos acabando con el planeta y el calentamiento global es irreversible. Poco importa el número específico de hectáreas o el aumento exacto desde el año pasado si no pensamos en todos los pueblos que defienden a su manera el poder de la selva. Nosotros deberíamos agradecérselo.