Si algunas vez has escuchado aquello de que las relaciones sociales de calidad son la clave del bienestar y de la felicidad, que las conexiones le dan sentido a tu vida, debes saber que es cierto. No es una mera suposición. Como explica la psiquiatra Carrie Barron en una publicación para Psychology Today, “la investigación de Robert Waldinger y su grupo de Harvard ha demostrado que las relaciones son el factor número uno para el bienestar: las identidades, la salud y la felicidad están determinadas en gran medida por ellas”. Lo curioso es que casi todo el mundo trata de satisfacer esta necesidad humana a través de las relaciones románticas. Pero la realidad es que las amistades también sirven.
Así lo explica la propia Waldinger: “El papel de la amistad en el bienestar es crucial, pero no se trata de manera extensa en la literatura, como ha señalado la periodista de Atlantic, Jennifer Senior. Ayudar a las personas a crear un cambio de mentalidad para priorizar amistades significativas podría ser una intervención terapéutica”. Porque admitámoslo: a lo largo de tu vida le has dedicado mucho más esfuerzo y mucha más energía mental a tus amoríos que a tus amigxs. A estos últimos los das por hecho. Los tienes ahí como algo que siempre estará en tu vida y que puedes descuidar un poco sin problema en determinados momentos. Hollywood ha hecho muchísimo daño con sus pelis.
Al fin y al cabo, es el cine, junto con muchas otras industrias, el que ha ido metiendo en tu cabeza desde bien pequeñitx la idea de que el amor romántico es el gran remedio contra la soledad, el gran objetivo para acercarse a la felicidad, el fin de una vida. Una cantinela que obviamente no es cierta
Crea tu propia red de apoyo
Sí, tener una relación romántica de calidad, verdaderamente comunicativa y saludable, contribuye profundamente a tu alegría. Es muy satisfactorio. Pero no es más importante que el resto de tu red de apoyo. De hecho, suele ser menos estable que tu grupo de colegas y puede ir y venir con mayor facilidad. Disponer de una tribu robusta es un antídoto contra la desesperanza y la desorientación. No obstante, y en palabras de la psiquiatra, “establecer y mantener una tribu sólida y confiable requiere constancia, capacidad de respuesta e iniciativa”.
Aunque des por sentadas estas relaciones, el tiempo y las circunstancias de la vida también pueden ponerlas en peligro. Esta es la razón por la que debes mimarlas cada día como harías con una pareja. Y si tienes una pareja de calidad, lo cual es genial, no pongas en un segundo plano la construcción y mantenimiento de tu tribu. Son dos áreas que debes compatibilizar. Que no te engañen: el amor romántico de felices para siempre no es suficiente para una vida plena. Las relaciones sociales están por todos lados. Ábrete a ellas de verdad.