El peligro de los fines de semana de “despedida” antes de una ruptura

Solo hay un escenario en el que sea recomendable

Habéis pasado muchos años juntxs. Existen infinidad de recuerdos bonitos compartidos en vuestras cabezas y una inmensa gratitud por todo las cosas que os habéis aportado. Pero la cosa se termina. Quizá porque ya no estáis enamorados. Quizá porque queréis vidas diferentes y no queréis renunciar a ellas bajo ninguna circunstancia. Quizá porque aunque os amáis no funcionáis. A veces pasa. La cuestión es que estáis a punto de romper y, en lugar de hacerlo de la noche a la mañana, os dais un fin de semana para disfrutar juntxs. Un fin de semana tan solo para vosotrxs. Para desvincularos conscientemente. Para despediros con todo el amor posible. Para darle el cierre que merece.

¿Es una buena estrategia? La experta Claire Byrne cree que solo existe un escenario en el que el fin de semana de ruptura resulta positivo: ese en el que lxs dos miembros de la pareja están en paz con la idea de la separación. En casos así, “el tiempo se puede pasar recordando buenos momentos juntos, compartiendo cómo van a avanzar en sus viajes individuales y agradeciéndose por todos los instantes divertidos y todo el crecimiento que ocurrió debido a la relación”. Aunque medie cierto grado de tristeza, la aceptación y el deseo compartido de ruptura conduce a unos días de cariño, de homenaje y de comenzar el duelo de la manera más positiva posible. Sin dramas innecesarios.

Cuando quieres que cambie de opinión: peligro

No obstante, dice Byrne, “la mayoría de las veces las rupturas suelen ser bastante dolorosas para al menos una persona de la relación y, si es así, no recomienda el fin de semana de ruptura”. Al fin y al cabo, para esa persona no será el inicio del duelo, sino un deseo inevitable de que ese fin de semana haga cambiar de opinión a la otra persona. Es una tortura. Una alimentación de la ilusión que llevará a un nuevo shock al finalizar el domingo. Cuando una de las partes sigue tan enamorada, tan contraria a la separación, la mejor fórmula es la ruptura rápida. Es mucho más misericordioso y empático. Aunque no es la única circunstancia en la que es poco recomendable el breakup weekend.

También, indica la experta, cuando amas a la persona pero en realidad nunca te trató bien. “¿Por qué dedicar 48 horas a cerrar amorosamente una relación que, para empezar, no era lo suficientemente amorosa?”. No merece un cierre tan digno. Y cuando tú o la otra persona ya os habéis adentrado en una nueva relación. Es una putada para esa nueva persona. No tiene la culpa de que no cerrarais vuestra movida antes. Y, por último, Byrne cree que es una malísima idea sumarme a un fin de semana de ruptura solo porque la otra persona quiere. Si tú no sientes que sea para ti, si tú prefieres una separación más clásica, haz caso a tu instinto. Él sabe lo que necesitas.