Uber VS Taxis: ¿Quién Tiene Razón?

La guerra declarada entre Uber y los taxistas. Diferentes puntos de vista en un conflicto con muchos intereses económicos de por medio.

En Barcelona han aparecido dos vehículos quemados, ¿por qué? Simplemente por operar con clientes de Uber. El caso llama la atención pero no es esporádico, ya que incluso se han llegado a producir agresiones físicas. La guerra entre los taxistas y esta empresa creciente se ha declarado abiertamente, y la prueba evidente es la violencia manifiesta. Si no te has enterado bien de la situación, vamos a explicártela.

Origen del conflicto

Tradicionalmente, los taxis han sido los reyes del servicio de transporte que te lleva y te recoge donde y cuando quieres. Pero les ha salido un nuevo competidor, un rival duro de roer, por lo que las tensiones están en aumento; los intereses económicos son los que mandan.


Posición de Uber

Uber se gestiona a través de aplicación móvil y se define a sí mismo por ofrecer un servicio práctico y efectivo a un precio mucho más razonable. Básicamente, pone en contacto a particulares: por un lado, están los conductores que se ofrecen a realizar el transporte y, por el otro, los pasajeros que se interesan por este servicio. Sus costes son mucho más reducidos porque pagan muchos menos impuestos que los taxistas; no obstante, los precios son los que marca el mercado y suponen la clave de su éxito. Google y otras empresas de Silicon Valley ya se han interesado por Uber y forman parte del equipo de inversores.


Posición de los taxistas

Los taxistas critican a Uber por intrusismo y competencia desleal; además, se han manifestado en numerosas ocasiones para exigir a los Gobiernos que actúen. En España, una licencia de taxi tiene un coste medio de 150.000 euros; si a esto le sumamos cuota de autónomos, seguro de responsabilidad civil, declaración de IVA... no es de extrañar que la mayoría de taxistas se hipotequen para poder costearlo. Y esta es la principal diferencia que les enoja, ¿por qué Uber no paga y ellos sí? Además, al no poder ofrecer unos precios tan bajos como su competencia, temen que el devenir de los taxis pueda ver el abismo.


La posición de ambas partes es totalmente comprensible, lo que no se puede tolerar es la violencia. Para ser justos y equitativos, las condiciones a la hora de recaudar beneficios deberían ser las mismas para todos, pero también es cierto que un negocio creciente no se puede quedar estancado. A veces la única solución posible es la de renovar o morir.

Crédito de la imagen: betakit.com