Este trans ha decidido volver a vivir como si tuviera 6 años

"Al no actuar como una persona de mi edad, no tengo que lidiar con la realidad que fue mi pasado". Así es hoy la vida de Stefonknee Wolscht, un hombre transgénero que, tras 23 años de matrimonio con su esposa y de haber tenido siete hijos, decidió de

"Al no actuar como una persona de mi edad, no tengo que lidiar con la realidad que fue mi pasado". Así es hoy la vida de Stefonknee Wolscht, un hombre transgénero que, tras 23 años de matrimonio con su esposa y de haber tenido siete hijos, decidió dejar de negar su identidad y comenzar a vivir como una mujer. Pero Wolscht fue un paso más allá: además de cambiar su género, 'alteró' también su edad y comenzó a vestir y a comportarse como si en realidad tuviera seis años a pesar de tener 52.

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En una entrevista exclusiva a Daily Xtra, Wolscht explicó cómo esta es la única alternativa que ha encontrado para escapar de la vida adulta y de la depresión: "Se llama terapia de juego y, sin utilizar medicamentos, he podido desterrar los pensamientos suicidas". Cuenta además cómo empezó a utilizar este recurso en la cárcel, donde estuvo durante nueve días en una celda de aislamiento, aunque no explica la razón de la condena. Allí fantaseaba con su nueva realidad, cantando y jugando mientras se abstraía de su situación. 

"No hay nada malo en armar un rompecabezas, colorear en un libro o ver dibujos animados", afirma, mientras se muestra satisfecha por no recurrir a las drogas, a los medicamentos o a los fetiches para solucionar sus problemas. "Yo prefiero dejar ir todos los malos recuerdos y no pensar en cosas de 'personas grandes'".

Wolscht comenzó su transición de hombre a mujer hace seis años, y pronto reforzó ese camino asumiendo también la identidad de una niña pequeña. Hoy disfruta "vistiendo ropa muy bonita" y peinando su melena, que recoge con una diadema. Vive con una familia de amigos que se muestra "totalmente cómoda con mi situación" y actúan como "su papá y su mamá". También convive con los nietos de la pareja, siendo una de las niñas la responsable de que Wolscht rebajase su primera edad elegida, los ocho años, a los seis, puesto que "ella quería tener una hermana menor y tenía siete años".

Al ser preguntada por qué va a suceder en el futuro asegura que, tarde o temprano, tendrá que crecer y convertirse en una mujer adulta, pero por ahora pasa sus días limpiando la nieve de las entradas a las casas del vecindario y haciendo "cosas de niños".