Tu vida es aquello que pasa mientras 3.749 mensajes de tu bandeja de entrada siguen sin abrir y sin leer. No son humanos, pero por una parte te sabe mal tenerlos allí, con la mirada de pena pidiéndote casito, y por la otra te sabe mal por ti, vaya a ser que entre las riadas de spam se haya colado algún email importante con el trabajo de tu vida, un amor de la adolescencia que ha vuelto a buscarte o incluso llevas despedido un tiempo y sigues yendo al trabajo porque no leíste el correo donde te lo comunicaban. Pero, ¿cómo puedes gestionar la eliminación de correos y en general la lectura y envío de mails sin morir en el intento?
Este es el tiempo que pierdes con tu email
Un reportaje reciente de S Moda de El País aborda este problema vital de nuestros tiempos. En él se cita un estudio de la consultora McKinsey que estima que leer y responder correos se lleva el 28% de nuestra jornada electoral. Consultando a un par de expertos, consiguen aglutinar una buena lista de consejos para que esto no sea así y además se reduzca nuestra ansiedad vinculada a los correos pendientes.
