La renta básica universal no te quita las ganas de trabajar

Y sí te hace mucho más social y más feliz

La renta universal lleva tiempo sobre la mesa. En parte porque han aparecido amenazas en forma de inteligencia artificial y robots que amenazan con dejarnos a casi todas sin trabajo. Y de algo hay que comer. No puede ser que el maravilloso mundo del futuro, la utopía sin trabajo, implique la pobreza de la mayoría de la humanidad. Y en parte es también porque se supone que intentamos mejorar como sociedad década tras década y esto de la renta para todas las personas simplemente por existir parece el paso lógico hacia un mundo más feliz. ¿El problema? Mucha gente dice que con una renta universal nadie querría ir a trabajar. Pero una investigación acaba de demostrar que se equivocan.

Realizado en Alemania, el estudio consistió básicamente en darle a algo más de un centenar de personas 1.200 euros al mes durante tres años sin que tuvieran que hacer absolutamente nada y monitorizar su actividad, al mismo tiempo que se analizaba la de un grupo de control que no recibía ni un duro de casi 1.600 personas. Y los resultados fueron claros: la gente que recibía esa renta universal tan jugosa no era más propensa a trabajar menos horas. Seguían queriendo ir a la oficina o a donde fuese para seguir contribuyendo y complementar sus ingresos. Simplemente tenían la tranquilidad de saber que no dependían de él para subsistir. Y eso es mucho. Un alivio contra el estrés y la ansiedad laboral.

De hecho, tiene sentido el otro gran descubrimiento del estudio, el más grande realizado hasta la fecha sobre la renta básica universal: la gente que la recibe reporta una mejor salud mental y una mayor satisfacción en la vida. En parte por esa sensación de seguridad de la que hablábamos, en parte porque tienen más posibilidades sociales y de ocio. En palabras de los autores de la investigación, “las actividades sociales suelen ir acompañadas de gastos, ya sean visitas a restaurantes, entradas de cine o actividades de ocio conjuntas”. No es extraño que quienes recibían la renta dedicaran hasta cuatro horas más de actividades sociales a la semana. El dinero facilita las cosas. Incluida la amistad.

Un gasto que además va en favor de la sociedad de consumo en la que vives. Porque si la gente no tiene pasta no puede gastar y si no se gasta muchas empresas ingresan menos y prescinden de trabajadores. Es una rueda. De ahí la teoría económica que dice que en tiempos de crisis es necesario invertir. El dinero mueve el dinero. Ah, y el estudio, publicado por el Instituto Alemán de Investigación Económica, también reveló que quienes recibían la renta básica universal ahorraban el doble al mes. Un ahorro que luego puede dedicarse a la vivienda. El gran problema de Europa en estos últimos tiempos. ¿Es la renta universal la gran solución que andábamos esperando?