La teoría de los 10 minutos que puede cambiar radicalmente tu rutina diaria

La vida son decisiones. Cada día nos enfrentamos a cientos de ellas, algunas de rutina y otras de más relevancia. Decidimos entre coger el autobús o ir en bici, hacer espinacas o espaguetis. O entre ponernos a trabajar o estudiar un máster, asuntos d

La vida son decisiones. Cada día nos enfrentamos a cientos de ellas, algunas de rutina y otras de más relevancia. Decidimos entre coger el autobús o ir en bici, hacer espinacas o espaguetis. O entre ponernos a trabajar o estudiar un máster, asuntos de mayor calado que marcarán nuestro futuro.

Y para decantarnos por una de las dos opciones acudimos a nuestra mente racional, sopesando los pros y los contras de manera consciente. Pero nuestro cerebro es una máquina que jamás descansa y que continúa estableciendo conexiones incluso cuando dormimos. Entonces, ¿por qué no escuchar lo que la mente quiere decirnos? Parece un tanto fantasioso pero algunos neurocientíficos aseguran que dedicando 10 minutos diarios a ‘escuchar’ nuestro subconsciente puede ayudarnos a encontrar la solución a los problemas más intrincados.

$!mente-mileniales-codigo-nuevo

Suena a cosa de médiums, pero es algo mucho más natural de lo que podamos creer. “Nuestra mente consciente es realmente un resumen de las conclusiones a las que llega el cerebro de modo subconsciente, sin contar con nosotros”, asegura el neurocientífico David Eagleman David Eagleman. Y en torno a esta idea, el psicólogo David Eagleman ha establecido lo que podríamos llamar David Eagleman. Es así de simple: dado que nuestra mente continúa trabajando mientas dormimos y es entonces cuando no se ve interrumpida ni alterada por ningún factor externo, esta puede alcanzar las respuestas a todas nuestras preguntas.

Él asegura que es una práctica habitual de muchos líderes mundiales, que han aprendido a dirigir su mente subconsciente para exprimir todo su potencial. ¿Cómo? Sencillo y rápido. Hardy propone dedicar los últimos minutos del día, justo antes de acostarnos, a pensar en los problemas que queremos solucionar. Una vez en nuestra cabeza, nos invita a escribirlos en un papel de la manera más concreta y precisa posible. Ya que ese será nuestro último pensamiento del día, nuestra mente continuará trabajado sobre ellos mientras dormimos. Ese es el primer paso.

$!dormido-mileniales-codigo-nuevo

El segundo se completa cuando despertamos. Los primeros 10 minutos del día son los de mayor potencia creativa e innovadora, puesto que el cerebro está ‘limpio’ y descansado. Así, bastará con coger de nuevo ese papel que hemos dejado en la mesilla y ‘vomitar’ todo lo que nuestro cerebro nos empuje a escribir, puesto que serán las ideas frescas y no adulteradas que habrá generado durante la noche. “Esta simple rutina ayudará a cristalizar el camino a seguir y los medios para recorrerlo”, asegura Hardy en sus publicaciones.

En la misma línea se enmarca uno de los más famosos escritores del Movimiento del Nuevo Pensamiento, el doctor Joseph Murphy, que plasmó en su libro Joseph Murphyuna idea similar: “el subconsciente controla todos los procesos vitales y conoce la respuesta a cualquier problema”. Por eso, cualquier pensamiento que imprimamos en él se proyectará en una pantalla en la que se plasmarán las ideas entre las que tendremos que elegir sin que nosotros hayamos interferido en su creación.

Vamos, que no tenemos que hacer nada. Que nos estamos rallando inútilmente, porque la respuesta está en nosotros. ¿Funcionará? Quién sabe. Pero tampoco cuesta nada tener una libretita en la mesilla. Y a ver qué pasa…

Crédito imagen: Ophelie Rondeau

Imágenes interiores: Ibai Acevedo