La economía y la política son complicadas, y mucho. Pueden ser tan amplias y enrevesadas que es difícil no perderse entre conceptos, números, leyes y excepciones. Pocos son los que tienen un dominio total de los sistemas económicos y políticos y, aunque todos los hemos estudiado en el colegio, la vida real no tiene nada que ver con la teoría. Por eso, el diseñador gráfico Marc Masmiquel nos explica el funcionamiento de los sistemas económicos y políticos mediante, únicamente, unas cuantas vacas.
Masmiquel ha estudiado psicología, es filósofo y diseñador de estructuras visuales, y se dedica a explorar la visualización de datos como herramienta de análisis y comunicación. En esa línea, ha realizado un interesante proyecto basado en una broma que circulaba por Internet, que establecía comparaciones entre sistemas económico-políticos y posesión de vacas. Motivado por facilitar la comprensión de la economía, ha realizado infografías irónicas, donde el humor es el protagonista. El autor define su diseño como responsable y lento slow design, como vacuna contra las prisas y la publicidad vacía.

El autor critica la falta de principios democráticos del actual sistema económico, responsabilizando, sobre todo, a la Crisis y a la especulación financiera. Tal y como argumenta en esta entrevista, "lo que afecta al bien común debe ser una prioridad, y aunque hemos avanzado mucho en derechos y marcos legales, hay mucho camino por recorrer". Porque los modelos económicos que priorizan la competición y la monetarización del éxito anulan otros enfoques basados en la comunidad. "Cada vez que el PIB promedio sube el índice de Gini que mide la desigualdad se incrementa una décima, es decir, cada vez que se ganan ingresos se distribuyen peor y se polariza población, que acaba quedando excluida", explica Marc Masmiquel.
Aunque domina todos los modelos económicos, el autor lo tiene claro: la economía más sostenible es la economía social. ¿De qué se trata? Es aquella economía que promueve la primacía de las personas y del fin social sobre el dinero, con una gestión transparente, democrática y participativa. Esta lleva a priorizar la toma de decisiones en función de las personas y sus aportaciones de trabajo y servicios prestados según el fin social. ¿Cómo? Con una sociedad que favorezca el desarrollo local, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, cohesión social, inserción de personas en riesgo de exclusión, generación de empleo estable y de calidad y la sostenibilidad ambiental como algo ineludible. ¿Dónde? La encontramos en las cooperativas, en muchas entidades de cooperación y en determinados sectores de la nueva economía.
Crédito de la imagen: Marc Masmiquel