Los últimos tres días los alemanes podrían haber vivido una fiesta de la electricidad. Y es que no solo iba a salirles gratis la luz, sino que las compañías eléctricas deberían haber pagado a sus consumidores por salirles gratis la luz Pero, ¿todo esto por qué? Algo que parece una locura cuando el precio de la luz cada día es más alto en nuestro país, está pasando en Alemania gracias a la sobreproducción de energía que está generando su red eólica y que llegó a su récord este fin de semana.

Hace unos días, expertos del sector pronosticaron que la producción de viento alcanzaría un máximo de 39.190 megavatios a las siete de la mañana del domingo 29 de octubre, la misma energía que producirían unos 40 reactores nucleares. Esta cantidad de energía habría sido suficiente para satisfacer más de la mitad de la demanda total de Alemania. Debido a esto, según ha informado Bloomberg, las compañías alemanas habrían estado generando tanta energía durante el fin de semana que los consumidores no habrían podido asumirla toda.
Por tanto, al haber tantísima oferta, el precio de esta bajó tanto que incluso habría llegado por debajo del coste cero. Los operadores de la red eléctrica alemana no pudieron mantener el equilibrio entre lo que se produce y se consume, así que tuvieron que cerrar las centrales para reducir el suministro o pagar a los consumidores para que retiren más electricidad de la que usarían normalmente. Según se explicó en Bloomberg, se trató de "la primera vez este año que el precio promedio de un día completo es negativo, no solo por horas específicas".

De hecho, no sería la primera vez que los alemanes cobran por consumir energía. Apostando por las energías renovables, Alemania registró una cifra insólita cuando sus plantas alternativas generaron hasta el 87,6% de toda la electricidad que se consumió en el país en mayo de 2016. Tal fue el potencial del sol y el viento que el precio de la electricidad cayó en picado hasta llegar a valores negativos. Un hecho como este pone de manifiesto el gran avance que ha hecho el país en su lucha contra el cambio climático un 33% de su producción proviene de fuentes no contaminantes hasta convertirse en un referente a nivel internacional. Ojalá algún día España tomase nota.