Sabes lo a gusto que te quedas después de un paseo por el bosque, pero quizás no sabías que está científicamente probado hasta qué punto te puede beneficiar. El libro El poder del bosque habla sobre el 'Shinrin-yoku' 森林浴 , el arte y la ciencia de los 'baños de bosque' que está ganando adeptos por todo el mundo. Su autor, el inmunólogo Dr. Qing Li, nos ha hablado de esta práctica japonesa que busca aumentar la El poder del bosque y la felicidad, y que puede ser el antídoto contra el déficit de naturaleza que muchos sufrimos. Para consumirlo, lo único que necesitas son tus cinco sentidos.
"Los factores negativos de vivir en una ciudad, como el ruido, la contaminación y las relaciones en el trabajo, nos afectan y nos producen estrés", cuenta el Dr. Li, sonriendo frente a su té en el silencioso jardín de un hotel en Barcelona. La práctica contemplativa del Shinrin-yoku se propone contrarrestar estos efectos mediante el contacto y la contemplación de los árboles, y los beneficios se llevan investigando desde hace más de 30 años. "Si haces un baño de bosque de entre 2 y 4 horas durante dos días, la actividad de tus glóbulos blancos aumentará hasta el 40% durante el mes siguiente", cuenta el médico. Además de mejorar tu sistema inmunitario también beneficia tu salud cardiovascular y metabólica, y ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre. La lista de milagros no acaba aquí: según el médico, el baño de bosque reduce el estrés y te ayuda a dormir, mejora la concentración y puede ser eficaz contra la depresión y el dolor.
Cuando era niño, a Qing su nombre de pila le encantaba jugar en el bosque con sus amigos y observar a los animales. Este buen recuerdo trascendió, y en 1988 pasó una semana acampando en Yakushima, una isla en la que viven los árboles más viejos de Japón. "Tras varios días noté que el bosque me estaba haciendo bien, no solo mental sino físicamente", dice. Como médico curioso que es, no quiso quedarse solo con la intuición y se puso a experimentar. Sus investigaciones lo han llevado a ser el presidente de la Sociedad Japonesa de Medicina del Bosque y uno de los mayores expertos mundiales en el tema. Y, por supuesto, lo llevaron a escribir El poder del bosque.
Paseos conscientes
En Japón hay guías especializados en Shinrin-yoku, pero para iniciarte puedes echar mano de este libro con ilustraciones y pautas sobre cómo aprovechar al máximo la experiencia de los baños de bosque. El Dr. Li nos avanza algunos consejos, como tener un plan concreto. Puedes ir solo o en compañía, lo que más cómodo te haga sentir, pero "conviene saber dónde y cuánto tiempo vas a pasear, principalmente para no cansarte y poder aprovechar las sensaciones positivas", cuenta. No está pensado para ser un deporte, porque hay que caminar despacio. Unos 2,5 kilómetros por hora están bien, y si caminas un día, que sean unos 5 km repartidos en cuatro horas, para que vayas descansando y bebiendo agua por el camino. El médico nos recuerda la importancia de usar los cinco sentidos para estar presente: "Intenta sentir en todo momento que estás en el bosque", dice. Para ello, damos por hecho que el móvil conviene dejarlo en casa o apagarlo. También recomienda, en la medida de lo posible, beber agua de las fuentes naturales que encuentres, comer vegetales e ir probando los frutos comestibles que encuentres.
Si no tienes un bosque cerca o no puedes ir a menudo, también hay formas de acercar el Shinrin-yoku a la ciudad, como pasar más tiempo en los parques. "Yo voy cada día a uno que está cerca de mi oficina", cuenta el inmunólogo. También puedes descargar sonidos de bosque para escucharlos en casa, y usar allí más elementos naturales como los aceites esenciales, objetos de madera o de color verde, plantas y flores. El efecto no será el mismo, pero es algo que de todas formas trae beneficios físicos y mentales.
Recuperando el contacto
Esta tendencia no está sola en la ola de terapias y remedios naturales contra los problemas de la industrialización, y se enmarca en la paradoja humana de volver "por dosis" escapadas, retiros, modas eco-friendly a un estilo de vida ancestral para intentar paliar lo que ha causado nuestro propio desarrollo tecnológico. Pero el Dr. Li no pierde la positividad, y considera que esta vuelta a la naturaleza tenía que ocurrir: "Creo que es natural que ahora reaccionemos y reflexionemos, hemos comprobado que la urbanización por conveniencia, por "utilidad", también nos ha perjudicado", dice. Es también por eso que espera que su libro ayude promover el respeto por la naturaleza, algo que en Japón está mucho más extendido.
La práctica del Shinrin-yoku se introdujo en su país en los 80 como programa nacional de salud contra el estrés de los trabajadores, y hoy por hoy lo practican millones de personas. Cuadra perfectamente con la tradición japonesa de sacralizar la naturaleza, y es que, como cuenta el médico, "hubo un tiempo en el que en Japón se decía que 'si cortas un árbol, te cortarán la cabeza'". Quizás por eso, dos tercios del territorio están cubiertos de bosque, y el patrimonio natural se preserva ejemplarmente. Parece que tenemos mucho que aprender sobre una máxima tan sencilla como la de no morder la mano que te da de comer, porque lo miremos por donde lo miremos, respetar el estrés acaba significando respetarnos a nosotros mismos.