En un mundo en el que es común tragarte el humo del tubo de escape de una vieja camioneta de camino al trabajo, donde nos inundan con mensajes alarmantes sobre nuestra salud y el peligro que corremos al estar expuestos a la contaminación, a pesticidas en la comida o al cloro en el agua del grifo, es comprensible caer en la tentación de creernos cualquier pócima mágica que nos vendan y que pueda hacernos inmunes a todo ello.
Un día llega alguien y nos habla de una dieta milagro; la llaman detox. Es nueva, es cool, es verde y natural. Además, nos dicen que puede ayudarnos a descontaminar nuestro cuerpo de toda la mierda que hay en él por culpa de la mala comida, los excesos y el aire en general. Lo cierto es que no queda muy claro qué es exactamente lo que se consigue desintoxicar; no hay un estudio científico ni nada parecido que cuente para qué sirve esta dieta en realidad. Se supone que debes elegir 20 días seguidos más o menos de tu vida y dedicarlos a beber zumos de fruta y verduras en exclusiva, algo que conseguirá que tu cuerpo se regenere, se desintoxique y vuelva a sentirse bien.
Suena ideal, el método definitivo para mantenernos sanos y felices. Muchos aseguran haberla probado y sentir sus efectos. Si bien es cierto que todos los ingredientes propios de una dieta detox son beneficiosos para nuestro cuerpo, y algunos, en efecto, tienen propiedades desintoxicantes, nos hemos lanzado a preguntar a nutricionistas y dietistas, y todos coinciden en una cosa: la dieta, por sí sola, no sirve de nada y puede ser peligrosa.

Para ser más claros, no vas a conseguir depurar tu organismo, por muy cool que eso suene, porque, como nos cuenta la dietista y nutricionista Ana Amengual Vivancos del Centro de Nutrición Júlia Farré, ni la dieta detox ni ninguna otra nos limpia, depura o detoxifica: "Que las frutas y verduras nos aporten nutrientes y fibra no quiere decir que nos depuren. Son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra y son alimentos esenciales para una alimentación saludable. Existe una evidencia científica sobre su consumo habitual y la prevención y mejora de algunas enfermedades. ¿Es porque nos depuran? No, porque la función de depurar el cuerpo de aquello que le es dañino no está en los alimentos que ingerimos, sino en nuestro organismo".
"Es el hígado el que se encarga de transformar todos los compuestos que resultan tóxicos para el organismo, como pueden serlo el amoniaco, la cafeína, el alcohol, en sustancias no tóxicas, para poder ser transportadas sin riesgo hasta el sistema renal, donde serán expulsadas", explica Rosa Maria Espinosa, Dietista-Nutricionista y responsable de Menja Sa.
Espinosa asegura que la dieta detox puede incluso entorpecer el correcto funcionamiento del hígado: “Además de provocar carencias de energía y en consecuencia residuos extra, popularmente conocidos como toxinas, también provoca que no se tomen todos los alimentos ricos en los nutrientes indispensables para una correcta función hepática, como las vitaminas B1, B6 y B12, que regulan la función del hígado y contribuyen a su recuperación".
Por lo que sabemos, abandonar por completo alimentos como los cereales integrales, y legumbres vitamina B1, los frutos secos vitamina B6 o los lácteos, el pescado, los huevos y las carnes vitamina B12, ausentes en el plan detox, puede afectar a nuestra función hepática y podríamos obtener un resultado contrario al que deseamos.
Sin embargo, ¿por qué seguimos encontrado a personas que aseguran encontrarse mejor? Algunas webs en las que te ofrecen packs detox te animan a hacer un test de toxicidad del antes y el después de seguir la dieta. Entre las ventajas que debes notar se incluyen cosas como: reducción de la sensación de hinchazón, del estreñimiento, alteraciones en tu humor que pueden ayudar a reducir la ansiedad, la irritabilidad o la depresión. Se supone que puede mejorar la fatiga, los dolores de cabeza, el insomnio o las ojeras y la visión borrosa.
Espinosa explica que la sensación de energía o vitalidad que puede experimentar una persona que siga la dieta detox se debe a la adrenalina que segrega el organismo como respuesta a la ingesta insuficiente y es, por tanto, una falsa vitalidad. "Alguien que se siente hinchado porque no está bien hidratado, o porque de forma habitual consume demasiada sal, notará el alivio de orinar más", asegura Rosa.
La nutricionista Ana Amengual ha visto a personas que seguían la dieta detox llegar a su consulta porque se encontraban mal: “Algunos creen en lo que prometen las detox porque cuando sabemos que no nos hemos alimentado bien nos sentimos culpables y algo nos dice que tenemos que compensarlo. Tras la dieta creen que están más sanas porque han hecho penitencia y tienen que obtener un beneficio. Además han conseguido un reto personal que se propusieron tomar solo zumos y eso puede aumentar su autoestima".
Aquellos que creen que como mínimo la dieta servirá para adelgazar, lo sentimos, pero ni eso. "Se hace una interpretación errónea del peso: la masa muscular pesa más que la masa grasa y se pierde más rápidamente. En la báscula de casa nos puede parecer que estamos perdiendo peso, pero en realidad se trata de masa muscular, y por lo tanto algo negativo para nuestro organismo. Es posible que el peso termine siendo superior", cuenta Amengual.
Comer con equilibrio es lo único que puede ayudarte a alargarla

La dieta detox, aunque se basa en zumos de frutas y verduras, no te anima a comerlos sin pasarlos por la trituradora. Para Amengual este es otro de los graves problemas que ha traído esta moda: "No podemos sustituir frutas y verduras por zumos o licuados. En el proceso se pierde la fibra del alimento, una sustancia muy importante en nuestra dieta, y el zumo se digiere muy rápido, produciendo un pico alto de glucosa en sangre que no nos saciaría debido a su fácil absorción. Enseguida tendríamos hambre y comeríamos algo no saludable”.
Una dieta sin excesos y sin comida basura es suficiente para mantenernos sanos y sentirnos bien. Por desgracia, existen riesgos en la forma de vida que nuestra sociedad ha desarrollado; no solo en la alimentación, sino también en aspectos medioambientales, pero por mucho que nos la quieran vender, no existe una dieta milagrosa capaz de solventar esos problemas.