Hace un par de meses que el periodista del New York Times, Alex Williams, llamó la atención a la sociedad norteamericana con su artículo Prozac Nation Is Now the United States of Xanax. Lo que pretendía Williams era denunciar cómo la epidemia de trastornos como la Prozac Nation Is Now the United States of Xanax habían convertido a los ciudadanos de la nación más poderosa del mundo en adictos a ansiolíticos como el Xanax, un medicamento potencialmente adictivo.
Sus sospechas sobre esta especie de ‘epidemia’ estaban más que fundamentadas. Según el National Institute of Mental Health, el 38% de las chicas entre los 13 y los 17 años de EEUU padecen un trastorno de ansiedad. De hecho, de acuerdo a los datos recopilados con Google Trends, el número de búsquedas sobre este asuntó se había duplicado en los últimos cinco años y la Pennsylvania State University incluso publicó un estudio en el que se afirmaba que la ansiedad había sustituido a la depresión como el trastorno psicológico número uno.

Consternado por las cifras que arrojaba el artículo, el doctor Vincent M. Pedre, un gastroenterólogo que aboga por la conjunción de la medicina occidental y oriental, se ha propuesto elaborar su propio reportaje en el que expondría su receta para vencer a la ansiedad sin caer en las garras de la medicación. Su remedio es abrumadoramente simple: cambiar tu dieta para mejorar tu estado de ánimo. Según apunta Pedre, el 95% de los neurotransmisores como la serotonina están directamente relacionados con el intestino, donde existe su mayor concentración.
Aunque el médico reconoce la importancia de trabajar otros aspectos como el ejercicio de alta intensidad en intervalos HIIT, la meditación, el yoga y conseguir ocho horas de sueño, cree que estos están más enfocados a conseguir una reducción de la ansiedad a la largo plazo, mientras que con el cambio de dieta los resultados son prácticamente inmediatos. El motivo de esa eficiencia es que su dieta infiere directamente en dos alimentos profundamente relacionados con la aparición de la ansiedad: el azúcar y la cafeína.
“La sensación de pico y caída de incluso algunas cucharaditas de azúcar en el café o cualquier otro desayuno lleno de azúcar puede aumentar la ansiedad, perjudicar tu capacidad para hacer frente al estrés, dejarte letárgico y aturdido”, explica Pedre. Sin más dilación, esta es la rutina que recomienda a sus pacientes que padecen el azote de la ansiedad y no están dispuestos a seguir enganchados al Xanax:
1. Mañana: Meditación+yoga+smoothie zen
Tras cinco minutos de meditación y diez de meditación, tu cuerpo estará listo para nutrirse con un buen smoothie 100% natural. La lavanda, junto con la flor de la pasión y la raíz de valeriana, son ampliamente utilizados por sus propiedades calmantes. El lúcumo es una fruta muy similar a un aguacate con una carne amarilla que se conocía como el "Oro de los Incas". Bajo en la escala glicémica, es rico en beta-caroteno un precursor de la vitamina A, minerales, proteínas y niacina vitamina B3. El Kefir ofrece una dosis saludable de los lactobacilos probióticos, que producen neurotransmisores calmantes como GABA ácido gamma-amino butírico.

Aquí tenéis la receta:
1 taza de leche de coco.
1/2 taza de agua mineral.
1/2 taza de kefir.
1 cucharada de proteína de cáñamo.
1/2 banana.
1 cucharadita de brotes secos de lavanda.
1 cucharadita de extracto de flor de la pasión.
1/2 cucharadita de extracto de raíz de valeriana.
3 cubitos de hielo.
2. Media mañana: Nada de café, solo té y suplementos
Aunque el médico no renuncie al café en pequeñas cantidades por debajo de los 250 miligramos de cafeína al día o una taza de café, es partidario del té Tazo Zen que incluye una mezcla de té verde, citronela y hierbabuena y que puede encontrarse en cualquier Starbucks. Además, recomienda a sus clientes ingerir 100 miligramos de L-teanina, un análogo de la glutamina y el glutamato muy utilizado en Japón. Sus efectos son un rápido aumento de la concentración y el estado de alerta que se prolonga en el día sin provocar somnolencia al cabo de un rato como ocurre con otros excitantes.
3. Mediodía: Ensalada antiestrés
La clave para una buena ensalada según Pedre está en un perfecto equilibrio entre las proteínas, las grasas, antioxidantes y fibras. Junto a las espinacas, ricas en clorofila, el médico apuesta por una buena dosis de proteínas pueden ser pollo, salmón o gambas y la grasa procedente del aguacate, nueces y almendras. Además, se puede mejorar el potencial nutritivo de la ensalada con zanahorias crudas, cebolla, remolacha, rábanos y brócoli. Todo ello se deberá preparar en un recipiente junto a un 1/4 de aceite de oliva, el jugo de dos limones recién exprimidos y 1/2 cucharadita de sal del Himalaya y pimienta negra.
4. Tarde: Nueces de nogal
Las nueces del nogal son un fruto seco con un altísimo valor nutritivo tanto en forma de proteínas, como vitaminas B y C, oligoelementos, lecitina y ácidos grasos omega 3. El médico cita un estudio científico en el que se demostró a través de la experimentación con ratones que incluir estos frutos secos en nuestra mejora la memoria, capacidad de aprendizaje y reduce los niveles de ansiedad. Pedre recomienda consumir un buen puñado de estas nueces por la tarde como si se tratase de un snack.
5. Noche: Salmón con verduras
Llegó la hora de rellenar el estómago después de un duro día de trabajo. El especialista opta por obtener grasa de alta calidad y proteínas por lo que recomienda el salmón antes que un filete de carne. Unos 150 gramos de salmón proporcionan la mitad del omega 3 necesario para tu semana. Para acompañar al salmón, lo ideal son vegetales populares en las dietas paleo como el brócoli y la coliflor mientras que, por último, los carbohidratos complejos deberían llegar a base de patatas cocidas o al horno antes que el clásico arroz blanco, pan o pasta.
6. Hora de dormir: Más té y meditación
Nada de una copa de vino antes de ir a la cama. Pedre recomienda un buen baño con sales minerales seguido de unos 5-10 minutos de meditación concentrándonos en la respiración y una taza de manzanilla o té de menta. “Esta manera de alimentarte unido a las nuevas rutinas en tu estilo de vida son una buena manera de resetear tu ansiedad”, recuerda el especialista que, nuevamente, insiste en la importancia de acompañar todo con el ejercicio intenso. Eso sí, si eres constante te garantiza que tu estado de ánimo mejorará en muy poco tiempo.