¿Quién no se ha cogido una borrachera descomunal alguna vez en su vida? Puede que recuerdes incluso más de una especialmente en la adolescencia cuando la cordura brillaba por su ausencia. Esa edad entre los 14 y los 18 años que, según los últimos datos del Ministeriode Sanidad, el 80% han probado el alcohol y el 30% se han emborrachado en el último mes. Pero la estupidez en esas edades evolucione y la forma de beber también, por eso se ha popularizado el binge drinking, que consiste en tajarse lo más rápido posible.
Esta modalidad, importada de los países anglosajones y del norte de Europa, hace que se beba grandes cantidades de alcohol en muy poco tiempo. Para eso se usan embudos, se hacen mezclas en recipientes grandes y se hacen competiciones de a ver quién se lo traga todo más rápido. El Observatorio Español sobre la Droga y las Toxicomanías, dice que el 20% de los adolescentes de 14 años han hecho binge drinking en el último mes y el porcentaje va creciendo con la edad hasta llegar al 51% de los que tienen 17 años.

Otra modalidad tanto o más peligrosas como el binge drinking es el tampodka, que consiste en meterse un tampón con alcohol por la vagina o el ano; también es conocido como tampax on the rocks o slimming. Sin embargo, de esta técnica no se tiene constancia de que haya llegado a España y por el momento se queda limitada a los países anglosajones.
Otras 'originalidades' del emborracharse son el eyeballing y el oxy-shots. En el primero, el alcohol se consume por los ojos, echándolo como si fuera colirio y pudiendo provocar irritación, escozor, e incluso ceguera. Mientras, el oxy-shots consiste en inhalar el alcohol usando aparatos parecidos a los que utilizan las personas con asma. Las irritaciones pulmonares, un clásico en estos casos.
Los expertos también han avisado del peligro que supone mezclar bebidas energéticas con alcohol, puesto que la cafeína contrasta con los efectos del alcohol y produce una sensación de bienestar, aunque lo cierto es que aumenta el riesgo de sufrir infartos, arritmias, taquicardias o hipertensión arterial. Puedes estar más animado, pero es una falsa excitación.

La drunkorexia, o también llamada ebriorexia, es una peligrosa mezcla entre la anorexia y el alcoholismo. La gente que lo practica o mejor dicho, lo sufre sustituye las calorías de la comida por el alcohol. Deciden comer en pequeñas cantidades para poder seguir bebiendo debido a su obsesión por no engordar. El hígado y el corazón son los más afectados por este trastorno, que también provoca daños cognitivos.
Los jóvenes empiezan a beber alcohol cada vez más pronto y lo hacen con unas técnicas bastante suicidas, que pueden aprender a utilizar en Youtube, donde hay un montón de vídeos que no vamos a lincar para no dar ideas. Tomarse una copa no es malo, lo erróneo es abusar de ellas y creer que cuanto más borracho vas, más molas y mejor te lo vas a pasar. Pues no, estando alcoholizado das pena. Y encima corres el riesgo de sufrir problemas graves de salud.