Antihistamínicos, infusiones, brebajes naturales. Cualquier arma es bienvenida para luchar contra esa alergia que te deja anulado en primavera. Ese constante moqueo, ese eterno picor de ojos y esa interminable cadena de catorce o quince estornudos por lo menos que surge de tu nariz cada vez que caminas cerca de las gramíneas cada vez que eres pasto de los procesos alérgicos en primavera y verano. Y no digamos cuando sales de fiesta. El alcohol recrudece todos esos síntomas y te deja más atontado de lo que ya venías de casa. Pero un reciente estudio, elaborado por la asociación inglesa especializada en alergias Asthma UK, se ha ocupado de analizar cómo el gin tonic, el más clásico de los combinados, es capaz de mitigar los síntomas de la alergia.

El secreto está en su composición. La lógica y las investigaciones han vinculado al alcohol con el empeoramiento de los signos alérgicos, pero la ginebra tiene unas características particulares. La mayoría de las bebidas alcohólicas fermentadas, como el vino o la cerveza, presentan un alto porcentaje de histamina y sulfitos, dos compuestos que contribuyen a empeorar los síntomas y que multiplican los relacionados con el asma. Pero la ginebra –y otras bebidas claras como el vodka– es diferente, ya que no conjuga estos compuestos en un porcentaje tan alto y, por tanto, se revela como una bebida apta para alérgicos que, al menos, no verán fortalecidos los signos de sus alergias cuando disfruten de una copa.
Así que si estás cansado del embotamiento, de los ojos hinchados e irritados y de la constante compañía del paquete de pañuelos, los expertos te invitan a probar una nueva alternativa. Refrescante, burbujeante, ácida. ¿Alergia colosal? Pídete un gin tonic. ¿O estás dispuesto a llevarle la contraria a la ciencia?