Estar cerca del mar beneficia seriamente la salud

La relajación y el bienestar que produce la cercanía del mar no es cosa de tu imaginación

La idea de mirar por la ventana y ver el mar, de bajar a comprar el pan y poder pisar un rato la arena de la playa o darse un buen chapuzón, de sentir el olor del agua marina y el murmullo de las olas parece estar siempre asociada al romanticismo, a la calma y al bienestar. ¿Pero qué hay de cierto en todo eso? ¿Existen pruebas de que vivir cerca del mar sea positivo para nuestra salud? Hay estudios que confirman que así es. Un artículo reciente de La Mente es Maravillosa lista en seis los beneficios psicológicos de estar cerca del mar. El primero de ellos es que induce estados de calma y relajación, aliviando el estrés y el nerviosismo y ayudando a combatir los problemas de ansiedad.

El segundo beneficio probado es que genera emociones positivas y alimenta el sentimiento de bienestar, felicidad y plenitud. De esta forma ayuda a combatir posibles estados depresivos. Pero es que además, y este es el tercer beneficio, favorece la atención plena y ayuda a liberar la mente de preocupaciones. En cuarto lugar, vivir cerca del mar estimula la creatividad y favorece la concentración. De ahí el tópico de lxs escritorxs y artistas que se van una temporada cerca del mar para culminar su obra.

Por último, el mar aporta claridad mental, un mejor funcionamiento cognitivo y en sexto lugar mejora la calidad del sueño. Es capaz de prevenir trastornos como el insomnio. ¿Pero cómo es posible que tenga tantísimos beneficios? Según el mismo artículo de La Mente es Maravillosa, vivir o estar cerca de un entorno natural desencadena cambios en el organismo y en la mente, que alivian un poco la sensación de saturación de estímulos acelerados que nos aporta la ciudad. El color azul, además, tiene efectos emocionales que tienen que ver con la calma y la relajación, de ahí que mirar hacia el mar sea una de las formas de meditar preferidas por mucha gente.

La oxigenación de la brisa marina ayuda a reducir la tensión y a combatir signos de ansiedad, así como estimula un mejor funcionamiento de la corteza prefrontal, responsable del razonamiento, el análisis y la toma de decisiones. El ruido de las olas también favorece la relajación, de ahí que incluso algunxs usen grabaciones para dormirse, y por último entrar en el mar y la sensación de ingravidez asociada proporciona relajación muscular. Una lástima que para muchxs irse a vivir cerca del mar sea imposible, por razones laborales o económicas.