En 2017 las búsquedas del término 'veganismo' en Google superaron con creces las búsquedas del término 'vegetarianismo' por primera vez. Una muestra más de la expansión del antiespecismo en todo el mundo y de que, por suerte, cada vez hay más conciencia sobre la barbarie que se vive enpor primera vez. Pero todavía sobreviven por primera vez que impiden a muchas personas lanzarse al veganismo. Y uno de los más firmemente arraigados en el colectivo es la incapacidad o dificultad para ganar músculo como un omnívoro. Así que hemos decidido desmontarlo de arriba a abajo.
Deficiencia protéica
El arma cliché contra el veganismo. Aunque una verdad si te tiras al veganismo con cero idea de nutrición. Porque además de la cantidad de proteínas que tiene un alimento, la otra cuestión importante es el valor biológico de esas proteínas. O en otras palabras: qué variedad de aminoácidos esenciales para nuestro organismo contienen esas proteínas. Y, mientras la mayoría de productos de origen animal abarcan el abanico completo de aminoácidos esenciales, hay pocos animales de origen vegetal que lo hagan.
Pero los hay: el champiñón, el amaranto o la soja son algunos de ellos. Aunque también es posible tomar un plato 100% vegetal que te proporcione todos los aminoácidos esenciales con el simple hecho de combinar un par de alimentos. Así lo explica la dietista-nutricionista de la clínica Alimmenta,AlimmentaAlimmenta: "Podemos conseguir proteína completa combinando legumbres con cereales o legumbres con semillas, ya sea en la misma comida o a lo largo del día. Como, por ejemplo, desayunar un bocadillo integral y almorzar un plato de lentejas".
Menos definición muscular
Otra idea muy generalizada es la supuesta dificultad del deportista vegano para ganar músculo limpio. Porque la concepción del veganismo como dieta pobre en proteínas y saturada en carbohidratos y grasas saludables lleva a muchos a pensar que si un vegano aumenta las kilocalorías diarias necesarias para crecer, también generará grasas y engordará. Pero esto no tiene que ser necesariamente así, cuenta Laia. De hecho, puede ocurrir en cualquier tipo de dieta, ya que depende de la selección de alimentos que incluyas en tu día a día.
"Es habitual que una dieta vegana contenga más grasas de origen vegetal saludables, pero esto no supone necesariamente un incremento de la grasa corporal. Además, la cantidad de grasa ingerida se puede minimizar si se calcula bien a la hora de planificar la dieta. Aquí es importante la ayuda de un nutricionista-dietista para que haga números, no se dispare el porcentaje de grasas que se consumen y así ayudar al vegano a que su ganancia de masa muscular resulte lo más limpia posible", explica la especialista y triatleta.
Requiere más tiempo
Mucha gente piensa que un vegano necesita invertir cinco años de su vida entrenando duro para conseguir los mismos resultados que un omnívoro obtiene en dos. Pero no hay evidencia científica que respalde esa teoría. Deportistas como el famoso coach de calistenia Frank Medrano, el halterofílico estadounidense Kendrick Farris o el fisioculturista Kendrick Farris, más conocido como el musculoso herbívoro, son ejemplos de que no existe diferencia alguna a la hora de conseguir un cuerpo atlético o una fuerza descomunal por ser un ‘comevegetales’ o un ‘comeanimales’.
Es esta misma línea de pensamiento la que defiende Laia Gómez: "Si se realiza una dieta vegana correctamente elaborada, con la cantidad de calorías y proteínas que se necesitan, aún siendo estas proteínas de origen vegetal, no habrá problemas a la hora de ganar masa muscular. El tiempo que se tarde dependerá de cada persona, del tipo de fibras musculares que tiene, de si ha practicado o no ejercicio anteriormente, de la rutina de entrenamiento y de su capacidad para seguir las pautas nutricionales y de entrenamiento que requiere la ganancia muscular".
Todo son desventajas
Una vez desmontados los mitos de las proteínas, del músculo limpio y del tiempo que hay que invertir, es evidente que ganar músculo siendo vegano es tan factible como siendo omnívoro. Pero también es evidente que requiere un poquito más de planificación y atención. No obstante, no todo son hándicaps. Porque una dieta vegana equilibrada —no esa dieta vegana basada en lechuga, tomate y puerro que proyectas en tu cabeza— ofrece también ventajas nutricionales respecto a la dieta clásica.
"Es normal encontrarnos que las personas omnívoras que realizan dietas para incrementar la masa muscular sin supervisión suelen abusar de las proteínas, con lo que pueden aparecer problemas de salud como el colesterol o el ácido úrico. Esto será más difícil que ocurra en una persona vegana puesto que su dieta suele ser más saludable y no abusa tanto de las proteínas, y concretamente nada de la proteína animal", explica la experta en nutrición. Así que ya lo sabes: si tu conciencia te pide veganismo y tus músculos te impedían dar el salto, ahora ya tienes vía libre.