Algunos se decantan por comer, únicamente, arroz y pollo. Otros, por seguir la dieta vegana, y los hay que se apoyan en planes personales elaborados por nutricionistas. Pero a nadie se le escapa que la alimentación es el complemento clave del ejercicio y que de poco sirve machacarse dos horas en el gimnasio o salir a correr todos días si después haces una parada técnica en el burguer.

Las preguntas nos asaltan a la hora de decidir qué comer y, sobre todo, qué no comer a la vez que la información publicada es, en ocasiones, contradictoria. Por eso, la experta en alimentación Rhiannon Lambert quiere ayudarte a que te quede todo un poquito más explicándote qué alimentos deben construir la dieta en función del ejercicio que se realice. Eso sí, dejando claro que no es lo mismo levantar pesas que hacer bicicleta o correr una maratón. Así que si no lo tienes claro, apunta.
"Después de cualquier ejercicio, el cuerpo intentará inmediatamente reconstruir sus reservas de glucógeno y reparar y regenerar las proteínas musculares consumidas", explica Lambert en una entrevista en la que detalla las principales líneas de su libro en una entrevista. Lo fundamental, afirma, es consumir carbohidratos y proteínas para restablecer los niveles de glucógeno y aminoácidos y para estimular el crecimiento del músculo.
Esta es la base, pero la nutricionista establece, además, una diferencia en función del ejercicio: en los trabajos de resistencia, en los que el cuerpo pierde más glucógeno, la cantidad de carbohidratos deberá ser superior, y en los de fuerza, las proteínas tendrán que ser las protagonistas del plato.
Por eso, aconseja a los corredores consumir patatas, plátanos, avena, pastas y arroces integrales, y a los amantes de las pesas, huevos, queso y productos lácteos, salmón, atún y pollo. También pone en valor los beneficios de la grasa afirmando que supone un motor para fortalecer y hacer crecer al músculo, por lo que aconseja consumir también, independientemente del ejercicio, frutos secos y aguacates. Un pequeño esfuerzo en la cocina que vendrá a completar y reforzar el trabajo en el gimnasio o en el parque y que, de no ser llevado a cabo, tirará por tierra toda la dedicación y hará que los litros de sudor derramados no sirvan para nada.