Cómo preparar lasaña de calabaza y verduras saludable y sin bechamel

Sí, la lasaña puede ser más ligera y sana de lo que te piensas

La lasaña es de entrada un plato que echa un poco para atrás porque parece pesado y difícil de cocinar. Pero en verdad, si prescindes de la bechamel la puedes hacer de verduras o de calabaza y, prescindiendo de la bechamel, puede ser de lo más sano, ya que las láminas de pasta al final representan una proporción muy baja del plato. Hoy proponemos una receta de calabaza con champiñones y verduras.

Los ingredientes que necesitas

Con un calabacín, 200 gramos de champiñón, media calabaza (como siempre una de las estrellas del otoño), 100 gramos de espinacas, un par de dientes de ajo, las láminas de pasta de lasaña y un poco de parmesano ya tenemos para empezar. Ah, y nuez moscada, orégano y alguna especie más si os apetece. Productos, la mayoría, asequibles económicamente, y si vas muy apurado incluso puedes prescindir de la nuez moscada y de alguna de las verduras.

Troceamos la mitad de la calabaza y ponemos una mitad de la mitad (o sea, un cuarto) a hervir y la otra mitad al horno. La que hemos hervido justo después la batimos, añadiéndole la nuez moscada y si es necesario con un poquito de leche, un par de quesitos o nata, pero no mucho, porque el puré o crema que de allí salga servirá de salsa, de forma que será mucho menos dramático que no lleve bechamel.

Aunque bueno, si quieres añadir la bechamel también puedes ahorrarte la crema de calabazas y hacer bechamel hirviendo harina, leche y mantequilla con nuez moscada durante 40 minutos.

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Mientras la otra mitad de la mitad está en el horno, rehogamos unos dientes de ajo y añadimos los champiñones, las espinacas y el calabacín. Todo a la plancha, irá al horno con la calabaza, pero lo distribuiremos en diferentes pisos separados entre sí por las láminas de pasta de la lasaña.

Una vez montadito todo el bloque de pisos de verdura separado por las láminas, podemos añadir encima la crema de calabazas que hicimos antes. Y al final de todo, añadimos un poco de queso parmesano rayado por encima, porque incluso si no nos ha quedado del todo bien, no hay nada que un parmesano no arregle.

De todos los pasos, los más importantes son los de hervir y hornear la calabaza. Un error recurrente es que no quede suficientemente hecha al horno y eso la hace mucho menos sabrosa y de textura dura. Siempre hay que garantizar que el tenedor entra suave, casi deshaciendo esta fruta tan apetecible.